Continúan los desalojos y demoliciones en viviendas del entorno de la plaza de toros de Huelva
Proceden, por iniciativa de la propiedad, al vaciado de un inmueble
La Policía Nacional desaloja los narcopisos y zonas okupadas junto a la Plaza de Toros de la Merced
Continúan los desalojos y demoliciones en viviendas del entorno de la plaza de toros de Huelva. A iniciativa de la propiedad se procedió este martes al desahucio de uno de los inmuebles de la calle Ayamonte. Hubo presencia policial en la zona para velar por la seguridad ciudadana, un dispositivo de orden público para que el procedimiento se llevara a cabo sin incidentes.
El pasado viernes, la Policía Nacional desmanteló un activo “punto negro” de menudeo de venta de sustancias estupefacientes, que generaba una gran alarma social por la notable inseguridad en la zona. Una operación policial, denominada Tendido, en la que se detuvo a dos personas y se intervinieron diversas cantidades de cocaína, heroína y marihuana, dispuestas en dosis para su venta, así como dinero en efectivo y útiles para el corte, pesaje y distribución, además de una defensa extensible, un hacha y una pistola simulada.
Eliminar el punto conflictivo del entorno del antiguo Mercado de la Merced es uno de los objetivos del Ayuntamiento de Huelva. La demolición del edificio de la vieja plaza de abastos es el punto de partida para cambiar la imagen de la zona, solventando al mismo tiempo, eso es lo que se pretende, la problemática existente de inseguridad e insalubridad.
El solar del antiguo Mercado de La Merced albergará un edificio de aparcamientos de seis plantas, con capacidad para mil vehículos, pero mientras se realiza el Plan de Reforma Interior para el desarrollo urbanístico del espacio, se habilitará un parking provisional en superficie, de carácter libre y gratuito, que se estima que cuente con entre 150 y 200 plazas de estacionamiento.
En cuanto a las viviendas unifamiliares del entorno, las contempladas en el Plan de Reforma Interior (Peri), habrá orden de ejecución para las que estén en ruina y las que no lo estén tendrán que esperar al desarrollo urbanístico y a que la junta de compensación ponga en marcha los proyectos de reparcelación y de urbanización y se empiecen las obras, para lo que habrá que derribar las construcciones que no corresponden.
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