La drástica disminución del tráfico rodado en la ciudad como consecuencias del estado de alarma decretado por el Gobierno ante la crisis sanitaria del coronavirus ha provocado que Huelva disfrute de una buena calidad del aire. Se trata de una constatación de la influencia de la circulación en los niveles de producción, ya que otro tipo de actividades productivas, como el de las industrias, se encuentran en producción plena al ser consideradas como esenciales por el decreto ley del Gobierno que canaliza las disposiciones relativas al cese de actividad. Las pocas afectaciones que se han registrado en las estaciones de medición repartidas por toda la provincia, tienen que ver con cuestiones climáticas, según confirmó el responsable del seguimiento de las mismas, Jesús de la Rosa a Huelva Información.

De la rosa señaló que “teniendo en cuenta las 6 estaciones de la Red de Calidad del Aire de Andalucía, entre el 15 y 31 de marzo ha ocurrido un descenso del 37% en PM10 (partículas en suspensión) y NO2 (dióxido de nitrógeno). En el caso del PM10, no se ha tenido en cuenta los niveles de los días 18, 19 y 20 “por la incidencia de una importante intrusión de masa de aire norteafricana, lo que dio lugar a episodios de calima”. En relación a SO2 (dióxido de azufre), “el impacto ha sido bajo también, aunque el mes de marzo se caracteriza por su baja incidencia en Huelva capital (como promedio no más de 5 días en este mes)”.

A nivel de Andalucía, y teniendo en cuenta 14 estaciones representativas de tipo fondo urbano, tráfico e industrial, “el descenso es similar al descrito en Huelva, destacándose hasta el 53% en NO2, 41% en PM10 y 25% en ozono. En esta comparativa se ha tenido en cuenta las semanas 12 y 13 de los años 2019 y el actual 2020”.

El catedrático de la UHU, Jesús de la Rosa, en una de las estaciones de seguimiento.

En la última semana, la bajada respecto al mismo periodo del año pasado, se sitúa en un 56% en el caso del NO2 y un 30% en el apartado de PM10. Únicamente el ozono, el eterno factor que descuadra los buenos análisis en la calidad del aire en Huelva, aumentó un 6%.En este caso, tal y como repite el catedrático de la UHU, “se trata de un parámetro que no controlamos, que no sabemos cómo se produce y, por lo tanto tampoco la manera de reducirlo”.

El domingo 15 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, el valor promedio de partículas inferiores a 10 micras (PM10) era de 27 microgramos por metro cúbico (los límites fijados por la OMS son de 20 de media anual), el dióxido de nitrógeno (NO2) era de 10 microgramos por metro cúbico (los límites son 40 de media anual). El de ozono (O3) era de 64 unidades por metro cúbico (el límite es de 100). Una semana después, el sábado 21, estos mismos promedios descendieron hasta 9, 8 y 59 microgramos por metro cúbico.

Lo que tiene también más que claro es que “los problemas de la calidad del aire en Huelva, no provienen de la industria y lo que estamos viviendo estos días es un magnífico laboratorio para estudiar su influencia. Si tenemos en cuenta que la calidad del aire ha mejorado y las industrias siguen produciendo al mismo nivel que antes de la detención de la actividad, habrá que decir que u presencia no es la causante de que tengamos una calidad del aire tan mala como se asegura en ciertos foros”.

Habrá que apuntar directamente al tráfico, algo que se ha reducido a niveles nunca vistos en la capital y que hacen que su presencia haya desaparecido del paisaje urbano, para que éste se configure “como el de un domingo de baja actividad”.

El tráfico en la capital onubense se ha reducido de una manera notable.

Para De la Rosa “hemos tenido que parar la actividad y se ha comprobado que los datos se deben al tráfico más que a una influencia de la industria como tantas veces se asegura, aunque se trata de algo meramente coyuntural que durará lo que dure este cese de actividad por el coronavirus; se trata no obstante de un experimento inmejorable”.

El confinamiento tiene sus connotaciones en la calidad del aire, ya que la demanda eléctrica es mucho mayor y, por ello, las partículas procedentes de la producción eléctrica, son mayores. Incluso en jornadas en las que ha sido necesario encender las calefacciones por las bajas temperaturas nocturnas, así como por la presencia de niños y personas mayores en los domicilios.

Se trata, según señaló la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía de partículas microscópicas que afectan a la calidad del aire, a menos que su concentración adquiera una consistencia casi visible. La mejoría del aire se irá incrementando conforme pasen los días, hasta que previsiblemente se levanten las restricciones al tráfico rodado y que volverá a causar, siempre según la Junta “uno de los principales problemas medioambientales por su influencia directa en la salud humana”. Al menos en Huelva, algunos tal vez lo estaban buscando donde no se encontraba.