Septiembre está marcado por el comienzo del curso escolar, que cambia el ritmo en la mayoría de hogares y en las propias ciudades. Es el momento para mirar de nuevo, un poco más con lupa, a la enseñanza, y comprobar de qué forma se vela en la Administración por la educación de niños y jóvenes. Los números y la estadística invaden las presentaciones de estos días, pero ¿cómo influyen en la formación de la sociedad del futuro? O, sin trascender tanto, ¿en las clases que recibirán este curso los hijos de los onubenses? El responsable máximo de Educación en Huelva habla un poco de ello.

-Aumenta el número de profesores este curso y baja el de matriculaciones. ¿Cómo encaja eso?

-Efectivamente, tenemos un incremento de 175 docentes y un descenso de 600 alumnos. Parece que los datos no cuadran en principio, fundamentalmente cuando hablamos también de más unidades en los centros. Pero influyen diversos factores, el decrecimiento demográfico, quizá el que más. Aunque parece que ya nos vamos recuperando de esa tendencia, hemos tenido unos años en los que ha afectado negativamente en el número de alumnos matriculados. Ahora lo podemos ver en segundo y tercer ciclo de Primaria, y en los primeros cursos de Secundaria, que tienen menos alumnos.

-La ratio habrá mejorado.

-La ratio disminuye en números globales, sí, pero esto es solo una media, al tener más docentes y menos alumnos. Pero, claro, hay pueblos en los que se mantiene de un año para otro, sin que les afecte ese descenso general.

-Cada año se habla de ratios.

-Hay casos en los que nos vemos obligados a hacer desdobles de unidades que en principio no se preveían. Cuando llegan los datos de certificaciones de matriculación, de las pruebas de evaluación extraordinarias, los números cambian. Por eso en estas fechas tenemos que ajustar con un perfil fino todas las unidades.

-Pero el objetivo debe ser bajarla siempre, ¿no?

-Debemos tender a bajar la ratio. Nuestro sistema educativo necesita eso y que podamos mejorar los resultados académicos de los alumnos. Aunque tampoco hay una relación directa entre el menor número de niños y mejores resultados académicos.

-¿La salida de la crisis debe llevar a un nuevo escenario en educación?

-Entiendo que sí. Es bueno que empecemos a hablar de una financiación adecuada de todos los servicios que prestan las comunidades autónomas, y no solamente en educación. Eso va a hacer que tengamos mayor capacidad de inversión en educación, con esa palabra, inversión, en mayúsculas y quizá en negrita. Eso nos dará mucha más capacidad, no sólo en infraestructuras educativas, que también, sino para tener más material humano, que necesitamos mucho más especializado, y consigamos mejorar lo que pretendemos todos: los rendimientos escolares y el abandono temprano de la escolarización, entre otros aspectos.

-La comunidad docente reclama que aumente el cuerpo de profesores. ¿Habrá pronto más plazas?

-Nosotros vamos subiendo y se demuestra con los datos. Este año tenemos 175 docentes más en la provincia, lo que demuestra que ese inicio de la recuperación económica y la voluntad política de hacer inversiones se sitúan, en este caso, en educación. Para el Gobierno andaluz es prioritaria, y que se vea en ese crecimiento de personal público docente, que es una realidad.

-¿Pero llegará pronto una convocatoria de nuevas plazas?

-No podemos avanzarlo todavía.

-El PP ha empezado el curso denunciando la nueva política de bonificaciones en las guarderías.

-Entiendo que el sistema es novedoso. Hubo que cambiarlo para adaptarlo a la normativa vigente, y lo que se pretende ahora es favorecer a más familias. En Huelva había autorizados el curso pasado 146 centros y este año son 154 los que se han adherido al programa; todas las escuelas infantiles en Huelva, ocho centros más, con un aumento de 461 plazas, y de 440 matrículas más. Sobre el 87,3% de los matriculados en nuestras escuelas infantiles cuenta ahora mismo con bonificación; es casi un 2% más del alumnado del año pasado. Se están dando bonificaciones a más familias que el año anterior y, en concreto, más del 45% de todo el alumnado escolarizado en Andalucía hasta tres años se va a beneficiar de la gratuidad, que son 4.250 niños más que el año pasado. Entonces también hubo una queja por parte de las familias, que fue entendida y aceptada por la Consejería de Educación, sobre la convocatoria, y se ha abierto una nueva convocatoria extraordinaria hasta el día 15 de septiembre. Según los datos que tenemos antes del cierre, podemos esperar entre 2.500 y 3.000 solicitudes más en ella, en toda Andalucía. Por tanto, los datos que se están dando ahora de cobertura de alumnos en Educación Infantil se van a superar. Entendemos que todos los modelos son revisables, y que esos tramos (de bonificaciones), al ser menores, se adaptan más a las condiciones socioeconómicas reales de las familias andaluzas. Hay más familias que tienen bonificación del cien por cien, y puede que una familia haya pasado de un tramo a otro y se haya visto perjudicada, pero estamos trabajando por la generalidad.

-¿Hay que depender menos de los centros privados para alcanzar el modelo ideal?

-En Andalucía estamos en unos porcentajes muy soportables, del 80-20, de pública y privada o concertada, tanto en alumnado escolarizado como en unidades en carga. En Huelva solo tenemos dos centros totalmente privados, y todo lo demás es sostenido con fondos públicos. Ese porcentaje es también un reflejo de lo que la sociedad demanda, porque hay un sector de padres y madres que demanda un tipo de escolarización más afín a sus apetencias, como la religiosa o de otro tipo, y así también se le puede dar respuesta. Nosotros nos comprometimos a que este año no íbamos a reducir las unidades de Educación Infantil en ninguna localidad donde conviviera lo público y lo concertado. Y lo hemos respetado. Ahora mismo estamos en esos números, salvo alguna excepción, como puede ser en el centro de Huelva.

-¿Acabará esa dependencia casi total de los concertados en la zona centro de la capital con el proyecto de colegio en el Ensanche Sur?

-Se va a compensar con el impulso dado por la construcción en esa zona. Será un centro de tres líneas, que ya está en marcha para ser una realidad dentro de muy poco. Así vamos a poder satisfacer también las necesidades de educación pública en esa zona, que nos preocupaba. Ha habido muchas peticiones de familias que por cercanía a su domicilio no tenían más remedio que matricular en concertada a sus hijos, siendo plenamente defensores de la educación pública, sin devaluar, para nada, con esto que digo, la calidad de la educación concertada. Incluso hubo peticiones de la junta de personal docente y hemos conseguido darle respuesta. Ha sido muy complicado por el proceso urbanístico que tenía ese suelo. Hace aproximadamente un año ya el Ayuntamiento pudo formalizar la puesta a disposición de la Consejería de esa parcela, que tiene las dimensiones que requiere ese C3, un colegio que creo que va a cubrir esa necesidad de escolarización en pública en esta zona en concreto. Recuerdo que hace unos años en esta Delegación había una tensión grande por parte de las familias para escolarizar a sus hijos en esa zona, y había una petición importante, también en concertada, que tampoco daba espacio para todos los alumnos que había en esa zona. Además de esa diferencia concertada-pública, lo que sí había realmente era un déficit de plazas. Esa presión, por el descenso demográfico, ha disminuido, y ya no se ven, lógicamente, tantas reclamaciones.

-¿Está previsto que se pueda hacer frente a nuevas necesidades? ¿Ayudará el nuevo concertado?

-El María Inmaculada tiene previsto cambiar de ubicación y construir en esa zona. Pero el desarrollo urbanístico prevé allí más parcelas de uso escolar, por lo que vamos a tener espacio. Además de esta zona de la capital, sigue en desarrollo Corrales, La Monacilla, La Dehesa, y también ahí tenemos programado un estudio de escolarización para ver si en aquellas urbanizaciones es necesario algún centro nuevo.

-¿Hay fecha de apertura? ¿Paliaría entonces las necesidades actuales en la capital?

-Sí, sí. Estamos hablando de tres líneas, de tres unidades de cada curso, Infantil y Primaria, con nueve cursos, 27 espacios. Esos son muchos alumnos. Se prevé que con eso se de respuesta a la escolarización de esta zona. Ahora mismo se ha adjudicado el proyecto, el 31 de agosto, en unos 435.000 euros, y creemos que para noviembre tendremos ya el proyecto que nos determine la estructura básica del nuevo colegio. Y para principios de verano, o finales de la primavera de 2018, podríamos estar ya en disposición de licitar las obras.

-Este curso es importante también por dar un impulso a la Formación Profesional (FP) dual.

-Este nuevo formato de FP nació hace tres o cuatro años de la necesidad de adaptación a la realidad del mercado laboral. Empezamos de forma experimental pero ya es algo suficientemente probado. Lo bueno de repartir las enseñanzas entre las aulas del centro educativo y las empresas que asumen el compromiso de una formación práctica más profunda es que el alumnado está captando la realidad de lo que requiere la empresa. Está formándose con su material, con profesionales y técnicos de la propia empresa, tutorizados siempre por nuestro profesorado, y tras de dos años en ese centro de trabajo, es obvio decir que pueden tener, y de hecho lo tienen, un mayor grado de integración laboral en el mercado laboral. Tenemos repartidos ciclos formativos por toda la provincia e intentamos que, además, estén relacionados con la actividad económica de la zona donde están implantados. Por ejemplo, si hablamos de elaboración de productos cárnicos nos vamos a Jabugo, o de calzado, a Valverde. Eso hace que el resultado sea muy bueno. En el IES Doñana, de Almonte, hay uno de sanidad animal al que vienen alumnos de otras comunidades autónomas buscándolo. O el de sondeos y excavaciones, relacionados con la minería, que está en Calañas, cercano a Riotinto, a Matsa.

-¿Este modelo dual hará de la FP una alternativa mejor a la universidad? ¿Va a alcanzar la dimensión que siempre ha reclamado?

-Creo que sí. En un momento determinado, la FP era una de las hermanas pobres de nuestro sistema educativo. Ahora hemos conseguido girar esa tendencia: hay muchísimo alumnado que está accediendo a la FP; hay un déficit en profesiones técnicas, tenemos profesores titulados universitarios que llegan a FP, y en algunos casos, las notas de acceso en algunos grados de FP son casi superiores a las de los universitarios. Hay cierta competencia con la Universidad que también creo va a mejorar el sistema y le está dando ese caché de calidad a la FP que antes, desgraciadamente, no tenía.

-¿Eso va a generar más necesidades de personal docente?

-Además de ser personalmente estrictamente docente, que ha salido de los grados universitarios relacionados con la enseñanza, en la FP tenemos un perfil técnico y podemos contratar a personal que, no siendo docente estrictamente de esa rama, sí tiene la condición de técnico. Tenemos muchos técnicos en empresas, grandes técnicos, grandes profesionales, que le van a dar formación a nuestro alumnado fuera del centro educativo. Sí nos complica a la hora de hacer la planificación en los centros pero es un reto más que lo vamos solventando.

-La Escuela de Arte León Ortega es uno de los centros más reputados. ¿Está segura su apuesta por Diseño de Producto?

-En Andalucía se hizo hace cinco cursos un mapa de enseñanzas en las escuelas de arte y a Huelva le correspondió este grado. Hasta ahora no tenemos ninguna duda de que vaya a continuar. Tanto es así que tenemos en planificación educativa la ampliación de la escuela. Cuando estamos pensando en hacerla, muy requerida por la comunidad educativa, entendemos que ahora mismo no corre ningún tipo de peligro.