El comité de expertos creado en el marco de la Mesa de Participación sobre los Fosfoyesos con el fin de buscar la mejor solución para las balsas de este residuo iniciará los trabajos de campo la próxima semana, una vez que ya se ha materializado la primera inyección económica de 100.000 euros para las investigaciones que debe desarrollar este grupo de expertos.

El director del comité, José Borrego, explicó ayer que durante estos últimos meses el trabajo se ha centrado en ordenar la documentación y en recopilar todo el material disponible para, en base a eso, elaborar el plan de trabajo. En el mes de septiembre y octubre los expertos han concluido las primeras planificaciones del trabajo de campo, que van a estar circunscritas a la zona marina del entorno de la acumulación de las balsas, y el próximo lunes comenzarán estas investigaciones. Concretamente, según indicó, éstas se refieren a la determinación de la estructura del subsuelo de todo el entorno del estuario del río Tinto que está afectado por la ordenación de las balsas.

Borrego precisó que lo que intentan en esta primera etapa de los estudios es dar respuesta a "las lagunas de información y conocimiento que tenemos de las acumulaciones de fosfoyesos". Éstas se producen en uno de los bordes de una zona estuarina, concretamente la del estuario del río Tinto, y "evidentemente están situadas en un entorno de relativa singularidad geológica". Según precisó, no hay datos reales de la estructura del fondo de la ría en ese sector. Por ello, el objetivo de estos trabajos de campo y sus posteriores resultados es "reconocer esa estructura interna para saber qué tipo de materiales son los que están bordeando las acumulaciones de balsas, cómo están situados y las relaciones que tienen con el fondo de las balsas". "Fundamentalmente lo que tratamos en este momento es de recopilar datos sobre el entorno, que es donde más lagunas de conocimiento existen, ya que sobre los propios apilamientos de fosfoyesos y sobre las zonas de tierra cercanas a ellos sí hay bastante información", señaló.

Borrego, catedrático del área de Estratigrafía y Sedimentología de la Universidad de Huelva recordó que, tras estas investigaciones, habrá que seguir abordando el resto de las previstas y que se mantiene el plazo de 18 meses para que estén las conclusiones del comité. En total, se han fijado nueve proyectos de investigación en torno a las balsas.

El inicio de los trabajos de campo se produce después de que se haya materializado la financiación de 100.000 euros que, a través de una acción especial de la Consejería de Economía a la que se acogió la Universidad onubense, se aprobó para este año. "Ahora ya contamos con esta cuantía, que nos permite seguir trabajando, y esperamos que a lo largo de lo que queda de año la subcomisión creada para buscar el resto de la financiación consiga materializar más fondos", afirmó.

Se refería así al organismo que se puso en marcha tras el verano, después de que la Mesa de Participación lo aprobara, para buscar dinero para sufragar el coste de los trabajos de investigación que debe hacer el comité. Éste está formado por el Ayuntamiento de Huelva, la Subdelegación del Gobierno, la Junta de Andalucía y la Universidad de Huelva y, en su primera reunión en septiembre, acordó trazar un plan de acción para conseguir 700.000 euros para 2017, con lo que se completaría el presupuesto total previsto por el comité para el desarrollo de los estudios. Para ello, se iban a contemplar todas las vías de financiación posibles.