En el pleno marzo de 2016 la Hermandad del Nazareno no contó con el apoyo de los hermanos mayores para que se le eximiera de hacer la Carrera Oficial, no consiguiendo los dos tercios necesarios; de los 24 votos emitidos, 11 se mostraron a favor, 11 en contra y 2 en blanco. Por ello, para algunos hermanos mayores la propuesta de inclusión en los estatutos está respondida con esta votación.

Hay hermanos mayores que piensan que esta es una jornada igual al resto y las normas son para todas. Ocurre que cuando se intentó integrar en la Madrugada a nuevas cofradías, la inmovilidad de los horarios marcados ajustado a la salida del Nazareno nunca permitió que fuesen las cofradías de manera concatenada como se pensó y, por ello, su fracaso.

Quienes defienden que no realice la Carrera Oficial, argumentan que al ser la única no interfiere a ninguna otra cofradía.

La realidad de hoy es que la hermandad se encuentra sola en su caminar en la jornada y eso provoca que el público en los palcos sea mínimo. El argumento esgrimido y aceptado por el Obispado para no hacer Carrera Oficial es el de la seguridad y se paso de amplias avenidas donde es más complicado ocultar este vacío en calles estrechas, en verdad menos seguras. La realidad en la Madrugada es que nadie va a verla en el itinerario oficial.

Propuestas diversas hay hasta en el seno de la propia hermandad, que pasan por replantearse la Madrugada. Los propios estatutos recién aprobados por la cofradía abren una puerta, pues ya no es cuestión obligatoria la salida a las cuatro de la mañana. Así que la entrada a la Carrera Oficial se puede realizar a una hora más de la mañana, que es cuando acude la gente. Una potestad que también puede hacer el Consejo, pues es él quien marca los horarios de entrada en el itinerario oficial.

La cuestión ahora es si se renuncia a que la Madrugada sea una jornada distinta a todas, que beneficie al aparataje oficial. Mejor sin la Carrera Oficial pues hay un ahorro económico en la cuestión de los operarios del Consejo que trabajan en ella, facilita al Ayuntamiento una jornada menos de atención en servicios de limpieza y seguridad. Y cuestión más importante, todos se pueden ir a casa a descansar.

Esto lleva consigo a que muchos usuarios de palcos entiendan que el Consejo debería devolver la parte económica correspondiente a la jornada en la que no ven pasos en sus palcos y por las que sí han pagado en años anteriores.

Mientras, la Hermandad del Nazareno, aun cuando no hace el recorrido oficial, sí viene recibiendo los ingresos por palcos.