La demora en la llegada del frío está provocando dos hechos: que la campaña de la vacunación contra la gripe se extienda incluso al mes de diciembre y que la incidencia de la gripe, por el momento, sea muy baja a causa, asimismo, de la benignidad de las temperaturas. Así lo explicó ayer la Delegación Provincial de Salud, quien señaló que los tres distritos de atención primaria de la provincia han distribuido este año, 65.725 dosis de vacunas: 30.625 en el distrito Huelva-Costa, 21.100 en Condado-Campiña y 14.000 en Sierra-Andévalo.

Aparte, el SAS mantiene otras dosis reservadas (hasta las 72.150 contempladas inicialmente para nuestra provincia), con el objetivo de que fueran repartidas si se detectaran necesidades futuras.

Salud añade que "la cobertura de la población de riesgo es total y que en ningún caso existe desabastecimiento en los centros de salud, sino todo lo contrario. De hecho, por ejemplo, el distrito Huelva-Costa devolvió el año pasado 4.000 dosis sin utilizar, una tendencia que se prevé que se mantenga durante esta campaña".

La campaña de vacunación antigripal se inicia todos los años en octubre para ofrecer una adecuada protección contra el virus de la influenza, en su período de mayor incidencia que se da entre los meses de enero y febrero.

De este modo y pese a que desde la Delegación Provincial de Salud se indica que la incidencia, a día de hoy, es muy baja habrá que esperar al comienzo de 2008 para tener una perspectiva más correcta de cuál ha sido la evolución de la temporada de incidencia, que no ha hecho nada más que comenzar.

Desde diferentes centros de salud consultados se ratifica que la campaña no ha sufrido ningún contratiempo y que tampoco se han registrado problemas de abastecimiento de dosis, salvo los puntuales. Aparte, aunque la campaña se prolongará aún durante unas semanas, sí se percibe un destacado descenso en la afluencia de las personas que acuden a las consultas de Enfermería para recibir la dosis.

Esta campaña de vacunación se dirige fundamentalmente a los mayores de 65 años aunque se encuentren sanos; a personas de cualquier edad con determinados problemas crónicos de salud, en los que la enfermedad puede acarrear consecuencias más graves (problemas respiratorios severos o de corazón, cáncer y alteraciones del sistema inmunológico o metabólico); a personas que estén en contacto frecuente con estos colectivos y a profesionales de salud y de servicios comunitarios, tanto para su propia protección como para evitar el riesgo de contagio hacia las personas a las que atienden.

Esta temporada, al igual que en la anterior, además de la vacunación contra la gripe, se ha administrado otra vacuna para prevenir la neumonía en aquellas personas especialmente vulnerables a su contagio, como son las que conviven en centros residenciales, viviendas tuteladas o unidades de estancia diurna. Esta iniciativa forma parte del examen de salud anual para los mayores de 65 años, que fue puesto en marcha por la Junta dentro del Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas y que hasta ahora se desarrolla normalmente.