Día tercero de preliminares Diario de un 'despistao'

Viernes de preliminares, día para ponerse guapos

Extraordinario ambiente de noche de viernes en el patio de butacas y los palcos del Gran Teatro.

Extraordinario ambiente de noche de viernes en el patio de butacas y los palcos del Gran Teatro. / reportaje gráfico: canterla

No hay momento de la semana que nadie esté deseando más. Cuando llega el viernes, todo el mundo se desparrama: fiesta, cachondeo, diversión. Claro, eso es así para esa juventud tan envidiada que le da lo mismo que sea lunes, miércoles o viernes, por fin viernes. Este día los carnavaleros nos ponemos guapos: sabemos de antemano que la Fopac habrá elegido a un buen ramillete de agrupaciones que te dejen el listón en todo lo alto. Es lo que tienen los cabezas de serie, los cambios y toda la parafernalia para que el viernes atraigan al público de fuera. Los sábados son otra cosa: ahí la Federación intenta colocar a los grupos que llegan de más lejos y que traen un montón de seguidores y que le llenen el teatro hasta las trancas; sírvase como ejemplo la chirigota de Beas. Pero el viernes da igual, los musashos de la Fopac lo tienen todo previsto: buenos grupos, lleno. La sala presenta un aspecto maravilloso, quizá la mejor entrada de todo el concurso. Hoy, La colombina, Los primos y la comparsa de Fran Sosa harán las delicias del personal. Todo controlado.

Al llegar al pasillo de los sustos, no hay sorpresas: firma y para adentro. Cuando todo se hace con normalidad, no hay ningún problema, pero no intentes salirte de esa normalidad. Hoy subirán al escenario un montón de años de carnaval y su regeneración. Es el alfa y el omega pero no en la misma agrupación.

Hay padres que saben inculcar a sus hijos tradiciones y, por qué no decirlo, gustos, y esperan que sus hijos sigan sus pasos. En la mayoría de los casos de niños que siguen a sus padres, llega un momento en el que, o bien los padres aceptan que a sus hijos no les gusta, o en el que los niños te salen más jartibles que el propio padre o madre. Sé de muchos casos de ellos y hoy en las tablas se pueden presenciar esos jartibles de la fiesta acompañados por sus jartibles hijos para cantar con ellos. Es ley de vida: muchos se quedan en el intento y otros lo consiguen.

El día de hoy se huele en el ambiente que es uno de esos de los güenos, un "viernes de preliminares". A priori hay tres grupos que cuentan con todo el beneplácito del personal: la gente se frota las manos con La colombina, la comparsa de Fran Sosa y la de Fali Ramos. Guerra de coplas: a disfrutar.

Los forillos y telones este año tienen muchísima calidad. La de algunos, claro, la de los buenos; los humildes seguirán utilizando el telón negro que, por otra parte, es muy socorrido y, como un año lo hizo Martínez Ares, pues a ver qué grupo no puede darse el gustazo de salir con ese precioso telón.

La primera agrupación, con más años en lo alto que el Muelle del Tinto, es De flow en flow, La colombina en su estilo más puro: cachondeo, diversión y de cante... bueno, cachondeo. Hacen que el personal se divierta, que de eso se trata; ellos ya tienen el culo pelao y saben a lo que vienen.

Desde Isla llegó la comparsa de Fran Sosa. Comparsón. Se les echaba de menos pero ya se ve que su retiro les ha servido para venir con más fuerza e intensidad. El tipo es genial, por eso los andaluces somos lo que somos, un crisol de culturas.

La gran sorpresa de la noche la protagonizó el único cuarteto en el concurso, Otro año a la sombra. Una sorpresa muy agradable, de las que me gustan.

Los batallitas, por su parte, cubrieron de sobras las expectativas creadas. Y cerró la noche una murga de Cartaya.

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