La Universidad de Huelva invierte 12.043 euros en la limpieza y restauración de los restos arqueológicos del Cabezo de la Almagra. El vicerrector de Informática, Comunicaciones e Infraestructuras, Manuel Maña, comentó que desde que se inauguró, en diciembre de 2011, el Centro de Interpretación Arqueológica Huelva, Ciudad Milenaria no se ha realizado ninguna labor de conservación en el yacimiento, que se pretende ahora poner en valor.

Las actuaciones comenzaron el pasado 14 de febrero y está previsto que terminen este mes. Maña explicó que se están quitando hierbas, renovando mallas, reponiendo grava y colocando nuevo material en los muros.

Indicó que las mallas antihierbas “estaban rotas por muchos sitios y había hierbas, líquenes y matorrales dentro de los restos”. Además, se había producido “pérdida de grava”. Comentó que se utiliza de distintos colores para diferenciar espacios interiores y exteriores. Aparte, “había pérdida de material en la base de los muros”. Subrayó que el yacimiento “se había deteriorado mucho desde su puesta en valor original”.

Explicó que “se está retirando la malla vieja y la grava, se están eliminado las hierbas y líquenes, se está limpiando y colocando nuevo material para dignificar los restos arqueológicos”. Estos fueron encontrados en 2002 por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Huelva, dirigidos por el catedrático de Arqueología Juan Manuel Campos.

Los trabajos concluyeron que hubo una dilatada ocupación en el tiempo en este área de la ciudad debido principalmente a dos factores: su posición estratégica y la disponibilidad de un potencial agrícola con un red hídrica que permitió el mantenimiento de una villa rústica en época romana, una alquería islámica y de un cortijo rural en época moderna-contemporánea.

En el cabezo de la Almagra se propone un recorrido, que comienza por los restos de la almazara, un complejo industrial islámico, datado entre los siglos X y XIII dC y continúa por los de un cortijo contemporáneo; la alquería, un complejo habitacional islámico, del X al XIII ; el lugar donde se encontró un silo romano, del I al VI dC , y un complejo habitacional moderno-contemporáneo.

Centro de Interpretación del cabezo de la Almagra.

Una vez se vuelva a poner en valor el yacimiento arqueológico, se actuará en el Centro de Interpretación Arqueológica, convertido ahora en un café-cultural, aunque todavía no funciona como tal. La Universidad quiere primero eliminar los grafitis de la fachada, que por el material en el que está construida la edificación, de acero corten, necesita de un tratamiento específico.

También se aprovechará la propia arquitectura del edificio, en vez de los tradicionales paneles, para colocar la información sobre los restos arqueológicos. Ésta irá serigrafiada en las puertas de cristal de la construcción y habrá paredes con vinilo. Será visualmente atractivo, “va a estar la información directamente en elementos arquitectónicos del edificio”.

A continuación se sacará a licitación la explotación del café-cultural. Maña señaló que este uso es compatible con el yacimiento. El cabezo de la Almagra “cuenta con caminos para acceder al edificio y el tránsito será por esos caminos, no afectará a los restos arqueológicos que están a los lados de los caminos”. Subrayó que además “habrá un mantenimiento del yacimiento”.