Algunos de los edificios que componen hoy el Campus del Carmen fueron propiedad del Regimiento de Infantería Granada nº34 durante la década de los 60 y los 70. Más concretamente, en la actual Facultad de Humanidades era donde habitaban a principios de los 70 los Voluntarios de Reemplazo nº2 /70 cuando realizaron su servicio militar. Por este motivo, desde la Universidad de Huelva y, especialmente, la Facultad de Humanidades se le ha querido realizar un homenaje a estos hombres que hace medio siglo vivieron en el edificio universitario.

Para ello, se ha realizado un emotivo homenaje en el que se ha destacado las anécdotas de aquella época y se ha descubierto un azulejo que honra a estos voluntarios. Este homenaje estaba pensado para mayo de 2020, pero debido a la pandemia se retrasó hasta este mes de octubre.

A este evento ha asistido el vicerrector de Coordinación y Agenda 2030, José Antonio Márquez; la decana de la Facultad de Humanidades, Nuria de la O Vidal, miembros del equipo decanal; y algunos de los miembros de aquellos voluntarios de reemplazo.

El vicerrector ha subrayado "la importancia de conservar nuestro pasado, y es curioso que lo que antes era un edificio para la guerra hoy es un centro de la paz y del conocimiento". Al tiempo, ha alabado "el espíritu de conservar nuestra historia reciente". La decana de la Facultad de Humanidades aseguró que era "justo rendir un homenaje a los hombres que habitaron este lugar y preservar la memoria contenida en sus muros, en su diseño y en el espíritu que queríamos mantener". Por ello, ha agradecido, además, a este grupo su presencia y "mantener vivo ese recuerdo". Asimismo, ha asegurado que "las puertas de la facultad y de la Universidad están abiertas para cualquier acción o actividad que quieran realizar".

En nombre los voluntarios, tomó la palabra Ricardo Santos que en unas palabras llenas de nostalgia, sentimiento y amistad quiso describir cómo llegaron a ese lugar y lo que ha supuesto, en cuanto a amistad y fraternidad de aquel grupo. González ha recordado que "hace 51 años solicitamos el adelanto de nuestro servicio militar obligatorio. Unos muchachos leales, honrados y amigos, aquel día del Corpus Christi del año 70 nos metieron en un tren al cerro Muriano. Allí comenzamos a hablar y se fraguó por qué estamos aquí. Tuvimos la gran suerte entre 5.400 hombres, nos metieran a todos juntos en la primera compañía. El cerro Muriano fue la antesala antes de llegar a esta compañía en la que figura esta placa. Por lo que lo considero de suma importancia. Allí fue donde empezó todo, se fundió el oro de 24 quilates de nuestra amistad pasando por numerosas vicisitudes, es y será nuestro ADN de amigos".