Huelva

La UHU acoge un curso sobre los beneficios del contacto con la naturaleza

  • Los estudiantes del Grado de Educación Primaria experimentan el método japonés de los Baños de Bosque

Un momento del curso de los Baños de bosque.

Un momento del curso de los Baños de bosque. / M.G.

Los estudiantes del último curso del Grado de Educación Primaria de la Universidad de Huelva (UHU) han participado en una experiencia de innovación basada en el método japonés conocido como los Baños de Bosque o Shinrin-Yoku, que consiste en disfrutar del contacto con la naturaleza. Esta actividad fue impartida por la doctora en Psicología Aintzane Rejas Bilbao en el ecosistema natural que ofrece el Campus del Carmen.

Este curso ha tenido muy buena acogida entre los participantes y ha sido organizado por la profesora del Departamento de Pedagogía, María Cinta Aguaded, que ha querido invitar a la doctora Aintzane Rejas Bilbao para dar a conocer a los estudiantes esta técnica centenaria con la finalidad de que, una vez que se incorporen a la vida laboral como maestros, puedan aplicarlo en el aula, según ha informado la UHU.

Se trata de una terapia muy interesante teniendo en cuenta que, en la actualidad, muchos niños sufren problemas de déficit de atención o de falta de concentración debido a que reciben muchos estímulos a lo largo del día, especialmente a través de las pantallas del móvil, tablets y ordenador, además de pasar muy poco tiempo al aire libre.

Ese estilo de vida provoca que "estén nerviosos y que les cueste concentrarse, relacionarse o ser creativos". Y, con esta técnica, pueden aprender inteligencia emocional, que les ayuda a hablar, comunicarse y a expresar lo que sienten. Es más, el ejercicio finaliza haciendo un círculo entre los asistentes para experimentar y socializar.

De hecho, esta doctora en Psicología cuenta con una consulta en la que trabaja mucho con las familias, "porque los padres quieren lo mejor para sus hijos, pero no saben cómo hacerlo. Las máquinas, como el móvil, están bien, pero no deben ser el eje de nuestra vida. Por ejemplo, se han perdido las horas de juego en familia y los niños ya no tienen capacidad de frustración".

Sobre ello ha valorado que "tenemos que aprender a saber perder. Frente a esta realidad, hay que volver a la naturaleza. Por eso, invitamos a las familias a que vayan a pasear al campo o al bosque junto con sus hijos. Llevar este aprendizaje al aula permite a esos niños abrir una ventana diferente a todo lo que tenemos en nuestra sociedad". 

Los Baños de Bosque o Shinrin-Yoku, en japonés, consisten en pasear conscientemente por los bosques mediante técnicas de mindfulness, lo que nos aporta numerosos beneficios saludables, como la reducción del estrés o el incremento de la concentración.

Una cuestión que, según explica esta psicóloga bilbaína, se debe a que "los árboles, como puede suceder con especies como los pinos, desprenden una sustancia llamada fitoncidas, que, si la respiras, genera una armonía interna, tanto física como psíquica. Esto provoca que, después de pasear por el bosque, se sienta un gran bienestar, como muy bien sabemos en el norte, donde lo llevamos practicando desde siempre".

El entorno del Campus del Carmen, para Rejas Bilbao, es "idóneo para el Shinrin-Yoku, un método que se practica desde hace 200 años en Japón, donde hay parques adaptados para que la gente vaya a pasear después de trabajar". Y este campus universitario cuenta con una considerable riqueza arbórea, recogida por el Aula de Sostenibilidad de la UHU en la Guía de Árboles del Campus del Carmen, un proyecto que fue dirigido por Adolfo Núñez Rodríguez.

Una terapia que se recomienda realizarla una vez a la semana y, que básicamente, consiste en volver a la naturaleza frente a los modelos de sociedad actual, cada vez más urbanizada. Según Aintzane Rejas, "intuitivamente, cuando queremos sentirnos mejor, volvemos a contactar con lo natural, como puede suceder en Huelva con ir a la playa o darte una caminata por el campo. Funciona como un antidepresivo".

En concreto, en el Shinrin-Yoku se trabaja a través del mindfulness siguiendo cinco pasos: El primero es experimentar el aquí y el ahora, fomentando el disfrute del presente, tomando conciencia de cada paso en nuestro paseo, teniendo en cuenta detalles como la temperatura del aire o el canto de los pájaros, que puede ser muy relajante, de ahí que sea necesario "caminar en silencio o, si vas hablando con alguien, nunca tratar temas que generen conflicto, además de que debemos apagar el móvil y no llevar otro tipo de elementos electrónicos, como auriculares, para sentir la experiencia en su conjunto", ha comentado la doctora.

En segundo lugar está elegir una ruta, que podría cambiarse si sientes que la necesitas; en tercer lugar respirar lenta y profundamente, ya sea caminando, tumbado o sentado, para visualizar cómo las sustancias sanadoras de la naturaleza entran en tu cuerpo; el cuarto paso es dejar pasar las nubes mentales, es decir, que si nos invaden pensamientos destructivos, debemos dejarlos que fluyan y que se vayan tranquilamente; y, por último, sentirse parte del todo, siendo conscientes de que estamos integrados dentro del universo. 

Una serie de pasos que persiguen en todo momento estar relajado y disfrutar, de ahí que, durante nuestro paseo, esta psicóloga recomiende "utilizar los cinco sentidos, porque casi siempre utilizamos sólo la vista y el oído y tenemos un poco olvidados el gusto, el tacto o el olfato, así que en los Baños de Bosque usamos los cinco sentidos y disfrutamos del momento mágico que nos ofrece la naturaleza".

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