A las 10:30, el grupo de voluntarios de Protección Civil comienza su jornada en el antiguo Ayuntamiento de Punta Umbría. Cada mañana, se llevan a cabo los preparativos en el Centro de Coordinación Operativa Local. Las mochilas que se preparan para los socorristas deben llevar un par de walkies-talkies, prismáticos, un aparato de tensión digital y otro manual, un pulsioxímetro y un teléfono móvil. Los voluntarios que van en las zódiac (lanchas neumáticas), deben llevar además chalecos salvavidas, crema solar, guantes y gasolina. Tampoco pueden quedarse atrás los equipos de oxígeno y los desfibriladores.

Desde Punta Umbría, un dispositivo de 48 voluntarios se despliega cada día por toda la playa para velar por la seguridad y bienestar de los bañistas. Distribuidos en grupos de tres personas por puesto de socorro y en las lanchas, desde el mediodía y hasta las 20:00 son los encargados de atender y socorrer a todos los veraneantes, así como de realizar labores para ayudar a personas de movilidad reducida, como darles un baño en las sillas anfibias. Sobre las 11:30, comienzan a irse los voluntarios, poco después tres ambulancias se encargan de repartir el material, para que todos los puestos de socorro abran a la vez.

Es mediodía, y en el puesto de socorro nº 3, en la zona del Altair, José Manuel González, Aarón Costales y José Manuel López empiezan a colocar los materiales, habilitar el edificio y a izar la bandera, que indicará a los veraneantes si pueden bañarse o no. Comienza la jornada. La zona que cubre este puesto es una de las acondicionadas para personas con movilidad reducida. En los últimos años se ha habilitado una zona de sombra, de superficie de tarima accesible con pérgola y toldo; una prolongación en el camino de acceso a la playa, se han adquirido sillas anfibias y se han llevado a cabo tareas de adecuación de los módulos de servicios y puestos de salvamento. Hoy, como cada día, Manolo acude a este puesto de socorro para que uno de los voluntarios le dé un baño.

Los socorristas realizan turnos de media hora de vigilancia en la caseta de madera, con una hora y media de descanso para comer. A la hora de comer, los compañeros de la embarcación se acercan a los puestos. La asistencia media en el puesto nº 3 suele ser de cuatro o cinco personas y normalmente por cuestiones como picaduras de pez araña, medusas o por una concha que se ha incrustado en el pie de algún bañista.

Las zódiac, una que cubre la zona de Punta Umbría y otra la Playa de El Portil, realizan recorridos durante toda la mañana y parte de la tarde. Actualmente se cuenta con tres patrones que dirigen las lanchas, mientras que los socorristas que les acompañan van rotando. La lancha Azul 1, cubre la zona de Punta Umbría, desde el Espigón hasta la zona de la Playa Urbana, y en ella, Fulvia Ronchel, Alejandro Cardoso y Álvaro Blanco son los encargados de vigilar que nadie necesite ayuda, también realizan labores de apoyo si se requieren desde el puesto de socorro. "La mayor imprudencia que cometen los bañistas es la de ignorar la bandera roja, pero muchos desconocen que no estamos obligados a lanzarnos al agua y rescatarlos", afirma Alejandro, que lleva siete años prestando sus servicios en la playa de Punta Umbría.

Sin duda, los socorristas realizan una labor reconocida, que resulta fundamental para el correcto funcionamiento de nuestras playas.