Las unidades hospitalarias con mayor presión asistencial de los hospitales de Huelva son las que han tenido uan menor valoración por parte de los responsables del SAS. Esa estimación hace referencia al cumplimiento de objetivos y tiene una traducción en el Complemento al Rendimiento Profesional (CRP) que se cobra en dos mensualidades.

Junto a la cantidad económica que los trabajadores del SAS perciben a través de dicho complemento, éstos entienden indirectamente cómo desde el Servicio Andaluz de Salud se valora el trabajo realizado.

La estimación que marca la productividad se une al cumplimiento de objetivosEste año se han registrado más errores en el cobro del complemento

El CRP incluye una valoración global por unidad y personal por trabajador. Sin embargo, los criterios llevados a cabo por Salud para plasmar la valoración de la labor efectuada por las unidades, no es bien entendida y acusan al SAS de oscurantismo. En el Infanta Elena, las unidades que han asumido preferentemente el plan de choque para atajar las listas de espera, son las que menos valoración han tenido. Lo mismo pasa con aquellas que tienen más carencia de efectivos y que se ven obligadas a ampliar sus jornadas y multiplicar las guardias. La situación del Infanta es extrapolable a lo sucedido en el Juan Ramón Jiménez y Riotinto.

Dentro de los grupos asistenciales del Infanta Elena, de un máximo de 10 Urgencias ha recibido una nota de 6,03 como valoración de su actividad realizada durante 2017, mientras que Anestesiología y Reanimación -que tiene grandes carencias de personal- se queda en el 4,6; Cuidados Intensivos obtuvo un 6,21 mientras que Traumatología llega al 6,17 y Hematología, 5,47, una unidad que a partir de noviembre vivió una deriva en la que se quedó con tan solo un especialista. La unidad más valorada dentro de este grupo de actividad asistencial, es Análisis Clínicos con un 8,04.

La situación es bien diferente en todos los servicios considerados como no asistenciales. En ellos se percibe, a nivel general, una valoración bastante mayor que llega a su punto álgido en Documentación Clínica y Calidad, que obtiene una valoración de 9,42, seguida muy de cerca por Formación Continuada y Unidad Técnico Jurídica, con 9,07 y 9,05 respectivamente.

La puntuación realizada ha levantado las críticas de varias fuerzas sindicales. El Sindicato Médico y el de Enfermería ya mostraron sus protestas en una reunión que se produjo en el Infanta Elena. Allí pusieron de manifiesto la incongruencia de los malos resultados de las unidades sanitarias asistenciales de "combate, salvadoras de vidas humanas que trabajan a destajo en planes de choque". En próximas fechas, en Riotinto también se tratará el tema de la distribución que se ha realizado del CRP donde se expondrán quejas semejantes.

UGT ha sido otro de los sindicatos críticos con el CRP. Denomina a este complemento como el concepto de la vergüenza, que "con el trascurrir del tiempo está quedando totalmente obsoleto por incumplimiento reiterado de la Administración en cuanto al espíritu de este concepto, ya que la mayoría de los profesionales desconoce los objetivos tanto de las propias unidades de Gestión como de los personales que han de conseguir para cada año. Objetivos que marcan no el conjunto de profesionales de la unidad, sino sus responsables y que quedan en su mayoría muy bonitos escritos pero en muchos casos imposibles o casi imposibles de conseguir".

El complemento lo determinan los jefes de unidad o cargos intermedios. Estos a su vez son valorados desde Sevilla, aunque no parece que allí hayan tenido en esta ocasión las cosas muy fáciles, ya que se ha tenido en cuenta la desfusión entre el Infanta y el Juan Ramón. Eso ha supuesto que se hayan registrado más fallos de lo habitual en los cobros de este complemento y en muchos casos los empleados han recibido una valoración diferente en la época en que pertenecían al CHUH y en la que ya se trata de dos hospitales independientes.