Las fotografías son muy evocadoras, se trata de una procesión de San Isidro Labrador desde la Santa Iglesia Catedral al santuario de la Cinta. Una salida que tuvo lugar hace ahora sesenta años, de la que no se conoce que tuviera continuidad.

Aquel acto romero tenía su antecedente en las celebraciones en honor a San Isidro Labrador que tenía lugar en la parroquia mayor de San Pedro en los años cuarenta, que organizaba la Cámara Oficial Agrícola de la provincia en honor a su Patrón, a la que acudían la sección de guardas rurales; en estas celebraciones se lucían trajes típicos del campo, al igual que se realizaban ofrendas de frutos y se cantaba el Himno al Campo, interpretado por los tenores Castallón y Trujillo.

San Isidro a las puertas del santuario de la Cinta.

La imagen de San Isidro se encontraba entronizada para esta solemne celebración en el altar mayor de la parroquia con “precioso altar rodeado de flores y luces”.

A mediados de los años cincuenta comienza a celebrarse tras la misa en San Pedro un acto de confraternidad con los agricultores de la Colonia de La Alquería, que fomentarán con el tiempo el culto a San Isidro Labrador. A principios de los sesenta la Cámara Oficial Agraria hacía “reparto de bolsas con artículos comestibles a varias familias de obreros agrícolas de La Ribera y La Alquería”.

El momento más importante de esta celebración en honor a San Isidro tiene lugar el 15 de mayo de 1961, que organiza la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de Huelva. El programa es bien distinto, no tiene como epicentro la parroquia de San Pedro, sino que la Cámara Oficial Sindical Agraria organiza una procesión desde la Santa Iglesia Catedral al santuario de la Virgen de la Cinta.

Así se pone en marcha una comitiva romera que parte a las 11:00 de la mañana desde la plaza de la Merced, con el sonido de la gaita y el tamboril que abría un grupo de caballistas que antecedía a un tractor en el que aparecía la imagen de San Isidro Labrador montado acompañado por jóvenes vestidas a la usanza de labriegas, con algunos aperos y sin faltar el guarda rural. Subieron hacia El Conquero por el paseo de Buenos Aires, acompañados por mucha chavalería que salía a su paso uniéndose a este ambiente festivo.

Desde la Catedral partió la comitiva para subir por el paseo Buenos Aires

Por el paseo de Manuel Siurot llegaron hasta el santuario de la Cinta para celebrar la solemne misa a las 12:00. Ofició la ceremonia el jesuita Rafael Villoslada, que leyó a los fieles la bula de Juan XXIII declarando a San Isidro Labrado Patrón de todos los agricultores españoles.

Tras la misa dio comienzo en la explana del santuario la jornada festiva “a la vez que se celebraba un ágape en las galerías de la ermita, magníficamente servido por Ramoni”, recoge la crónica de Odiel. Así se vivió “una simpática romería, ya que como tal puede considerarse, que para años venideros habrá de tenerse en cuenta. Un acto de hermandad entre los labradores onubenses”. Una romería de San Isidro que en los alrededores del santuario “duró hasta las primeras horas de la tarde dentro de la mayor alegría y buen humor”.

Los cultos al Patrón de los agricultores continuaron celebrándose en San Pedro al menos hasta los años setenta, aunque no se repitió la romería de San Isidro a La Cinta.