patrimonio Cultura está pendiente de que la propiedad realice la ampliación de la excavación

Roma se adentra por La Soledad

  • La excavación en el solar número uno de la plaza pone en evidencia la importancia de la zona, ante el hallazgo de una casa romana y otra islámica · Hay registro de un tsunami anterior a época neolítica

La actuación preventiva en el solar de la Plaza de la Soledad, 1, vuelve a poner de manifiesto la importancia arqueológica del subsuelo de Huelva, donde la ciudad guarda importantes registros de épocas pasadas. Esto es lo que se ha puesto de manifiesto en los sondeos realizados para conocer qué es lo que hay debajo del suelo en el que ahora tienen todas las miras los constructores que junto con el Ayuntamiento han desbloqueado recientemente el proyecto de urbanización.

Estos sondeos previos han dado unos registros importantes, eso es lo que piensa Diego Batanero, de la empresa Ánfora que ha sido la responsable en la realización de la intervención arqueológica encargada por Cultura a la propiedad del solar previa a cualquier actuación urbanística. Una excavación que vuelve a destacar el interés de Huelva por la riqueza en sus registros arqueológicos.

Diego Batanero destaca que toda la Plaza de la Soledad es un espacio urbano con potencial arqueológico alto. "Tenemos confirmado el valor histórico y patrimonio de la plaza por la excavación que realizamos en 2008", asegura. Lo confirman los restos arqueológicos islámicos, de época medieval cristiana, época romana y de época preromana encontrados. Para Batanero el interés histórico está en el hecho de que se define uno de los caminos principales de entrada a la ciudad de Onuba que ha quedado fosilizado en la calle Jesús de la Pasión. Por ello lo que quedara claro es que estamos ante uno de los lugares relevantes porque aparece una casa romana del siglo I, en el cambio de era, que se desarrolla de forma paralela a la actual calle Jesús de la Pasión. Es el acceso desde la zona oeste donde estaban las huertas de lo que se conoció más tarde como el barrio de San Sebastián, siempre caracterizado por su condición hortelana.

Hay un interés patrimonial grande por este solar, según Diego Batanero, porque así se evidencia de las estructuras arqueológicas encontradas. Son muros de unos ochenta centímetros, que ofrecen una presencia material y física grande. Además, en parte de uno de ellos se conserva más de un metro de altura del mismo.

Esto es lo que se ha visto en la zona 1 y 2 excavada, que es la más cercana a la calle Jesús de la Pasión pero, además, hay una evidencia de que la estructura romana continúa hacia el Este y que se encontraría debajo de la actual Plaza de la Soledad, lo que se presume de interés, según los trabajos realizados por Ánfora.

En esta estructura romana queda claro para Diego Bataneros que "estamos ante una domus". Para ello habla de las distintas dependencias encontradas y elementos hallados como un aljibe o una gran vasija o dolia.

Todo esto lo ponen los arqueólogos en conexión con los otros restos aparecidos que han sido conservados in situ en los últimos años que evidencia la presencia romana en este entorno de la Plaza de San Pedro y de su cabezo, donde en su día se levantó el castillo de la ciudad. La esquina de San Pedro y San Andrés guarda parte de los restos encontrados. Lo mismo que en el solar del antiguo colegio Francés, donde además de restos del acueducto romano, se puede ver parte de una muralla y un gran pedestal. Esto se contextualiza con otros elementos que en su día aparecieron en grandes sillares en el solar del actual Centro de la Mujer o diferentes registros de conducción de agua de época romana en este entorno de la Plaza de San Pedro.

Estos hallazgos plantean nuevas discusiones entre la comunidad científica en cuanto al foro de la ciudad romana. Diego Batanero señala que "el núcleo de la zona romana está aquí, en San Pedro y esto que hemos encontrado es una domus; mientras, la parte baja está dedicada a la pesca". Hay que señalar que otros hallazgos romanos se sitúan en la misma plaza de las Monjas, en la esquina de Arquitecto Pérez Carasa en el local de Esfera, sin olvidar la calle Palos con los restos del templo romano encontrado en el patio del colegio de las Agustinas o la fuente que apareció en un solar de enfrente y que hoy se encuentra en el Museo de Huelva.

Mientras, en la mitad sur del solar de la Plaza de la Soledad, según Batanero, hay evidencias de una casa islámica cuya envergadura física es menor en tamaño que la domus, pero no menor en importancia ni histórica ni patrimonial. En la zona excavada "se encuentra una parte donde se ve perfectamente el urbanismo islámico". Se encuentra en una zona a cota más baja y paralela a la antigua calle Nueva de la que se conserva en la actualidad un tramo entre la calle Almirante Garrocho y la misma Plaza de la Soledad.

Desde la Delegación de Cultura ya se puso el acento en lo relevante del estudio realizado con las catas arqueológicas. El arqueólogo provincial, José María García Rincón, ya dijo tras finalizar los trabajos en junio de 2008 que la excavación "está en la tónica de otras excavaciones y merece la pena. No hay mosaicos, ni columnas ni monumentalidad, son espacios domésticos". Pero lo interesante estriba en "lo que ofrece de la trama urbanística romana". Se piensa que podría tratarse de una zona extramuros. Una ciudad que primero estaría en torno a los cabezos de San Pedro y el del Molino de Viento y la propia zona de la actual Plaza de San Pedro, en lo que podría ser un perímetro amurallado que la cercara. Todos coinciden que con esta excavación se van a tener más datos para ir configurando ese entramado urbano que surge en época romana. El interés de lo encontrado en lleva a Cultura a determinar la necesidad de ampliar los sondeos arqueológicos sin que hasta el momento se hayan realizado,

Hay, igualmente, registro de un tsunami anterior a época neolítica que se está estudiando.

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