Huelva

Rojas asegura que la industria química es un "ejemplo a seguir"

  • El presidente de AIQB exhibe la inversión medioambiental, la creación de empleo, la reducción de vertidos y baja siniestralidad ante los que "ponen fecha de caducidad al sector" en Huelva

El presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva, Gerardo Rojas, exhibió ayer durante la presentación del Informe de Sostenibilidad 2006 el armamento más pesado del que dispone la AIQB: Más de 15.000 personas trabajan vinculadas, directa o indirectamente, a la industria de Huelva. Este mismo año el valor de la producción ha superado los 6.200 millones de euros. Los aprovisionamientos locales de las 16 empresas de la Asociación han supuesto un ingreso total de más de 243 millones de euros. El efecto directo generado por la actividad de las industrias se estima en 454 millones de euros y los efectos indirectos derivados de la adquisición de bienes y servicios a empresas de la provincia, y los efectos inducidos, debidos a la demanda sustentada por las rentas percibidas desde las empresas ascienden a 210 y 140 millones de euros respectivamente. Todo eso sin olvidar que los municipios de Huelva y Palos, que acogen a las factorías, han ingresado 7,4 y 3,7 millones de euros respectivamente. A lo que se añade que el empleo directo generado por la actividad de las empresas de AIQB se ha incrementado en un 14%, incluyendo la estabilidad de plantilla cercana al 90%.

Esta apabullante letanía de datos positivos fue diseccionada por Gerardo Rojas para "acallar las voces alarmistas e interesadas", dijo, que "se empeñan en asociar la química con la catástrofe, nos ponen fecha de caducidad y nos acusan de vivir de espaldas a Huelva". Rojas añadió que las empresas químicas que operan en Huelva "cumplen estrictamente la normativa medioambiental, por lo que pueden erigirse, sin duda, en ejemplo a seguir".

La intervención de Gerardo Rojas no dejó resquicio a pregunta alguna por parte del aforo que siguió el acto, formado por empresarios, delegados y representantes municipales de las ciudades que acogen industrias, como Palos (Carmelo Romero) y Huelva y el presidente de la Autoridad Portuaria, José Antonio Marín Rite.

A este balance se une la inversión medioambiental acumulada desde 1997 por el conjunto de las dieciséis plantas de las empresas integradas en la Asociación, que se eleva a 300 millones de euros, de los que 22 correspondieron a 2006.

El acto de presentación del Primer Informe de Sostenibilidad de la AIQB contó con la asistencia de la directora general de Prevención y Calidad Ambiental de la Junta de Andalucía, Esperanza Caro; el delegado del Gobierno andaluz, Justo Mañas; el presidente de la Asociación, Gerardo Rojas, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Juan Manuel Díaz Cabrera; y el representante de Inerco, Manuel Jara, empresa redactora del estudio.

Rojas valoró la coincidencia de este primer informe de sostenibilidad con el 20 aniversario de la constitución de la AIQB y resaltó que aunque el eje conductor del informe es el medio ambiente, éste se complementa con aspectos como la presencia de la industria química en Huelva o la seguridad y salud laboral de los trabajadores de estas empresas.

En el documento presentado ayer ante la opinión pública se resalta la creación de empleo. En concreto se apuntan 6.700 personas empleadas directamente que se elevan a las 15.000 si se cuentan los indirectos e inducidos y que un 75% de esta mano de obra procede de la provincia.

También se enumeran los patrocinios deportivos como la colaboración con el Recreativo de Huelva o la construcción de instalaciones, la labor de recuperación del patrimonio histórico artístico, como la restauración de la iglesia de la Milagrosa o la recuperación de lienzos en el Monasterio de Santa María de la Rábida o el apoyo a la Universidad de Huelva con el patrocinio de diversas cátedras. Las relaciones con la UHU se centran en becas a estudiantes, convenios para prácticas en las empresas, acuerdos orientados hacia el fomento de la investigación y la innovación o la creación de cátedras específicas.

Las aportaciones de la industria química se cierra con un recorrido por los principales productos que se elaboran o transforman en la industria como combustibles, pasta de papel, electricidad, fertilizante, detergentes o gas.

Uno de los indicadores de comportamiento social que recoge el estudio es el relativo a la garantía de empleo, siempre con ratios superiores al 90% de contratación indefinida en los últimos diez años, la formación, con más de 1.600 cursos impartidos y una media de 36,7 horas de formación por empleado. Además de la seguridad y la salud laboral, donde los índices son muy positivos, con promedios muy inferiores de la media nacional del sector tanto en la siniestralidad como en la gravedad de los incidentes.

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