Huelva

El Puerto impulsa la reforma del Muelle de Levante sin el rascacielos

  • La presidenta asegura que la torre diseñada por Álvarez Checa "no está dentro del proyecto que queremos hacer ahí, ni con el dinero presupuestado" · Supedita su ejecución a la intervención privada

Otra maqueta que se queda en el limbo, a expensas de mecenas y milagros. La Autoridad Portuaria de Huelva no asumirá la ejecución de Torre Odiel, el rascacielos de 110 metros que corona el proyecto 'Dike 2' del arquitecto onubense José Álvarez Checa, propuesta que el año pasado ganó el concurso para la remodelación de los servicios pesqueros y el Muelle de Levante Norte. La presidenta del Puerto, Manuela de Paz, manifestó ayer en rueda de prensa que "esa propuesta que hizo Álvarez Checa es interesante, innovadora y bonita; pero no está dentro del proyecto que nosotros queremos hacer ahí, ni con el dinero presupuestado". De Paz precisó que "si en el futuro se plantea y hay una gran empresa que dice 'yo me meto en esto', o bien otras instituciones quieren hacerla, yo no digo ni sí ni no, sino todo lo contrario, es una idea muy bonita. Pero no me gusta hablar de ideas sino de realidades y eso no es una realidad. Está pintada", apostilló.

Las declaraciones de la presidenta abundan en la misma línea en la que ya se pronunció su antecesor, el fallecido presidente José Cejudo, en una entrevista que en el mes de abril publicó este periódico: "Yo me responsabilizo del desarrollo de los módulos turísticos y de la lonja, pero no de que la idea de Torre Odiel de Pepe Álvarez Checa se lleve a cabo. Estaría encantado de que ese solar fuese adjudicado a unos promotores para que la hagan ellos, sería muy bueno".

Como ayer informó De Paz, el proyecto se ha entregado dentro del tiempo establecido, en concreto el pasado 28 de diciembre, pero la torre "no está en el proyecto a corto plazo". En este sentido, el arquitecto defendió ayer en declaraciones a este periódico que "no es que la torre haya sido descartada, sino que por ahora sólo hay financiación para la parte más urgente del proyecto, que es la de la zona de los servicios pesqueros y la Lonja".

A tal efecto, el siguiente paso que dará la Autoridad Portuaria en esta línea será sacar a licitación las obras "en cuanto se pueda" -dijo ayer la presidenta-, un procedimiento que se hará en función de las fases programadas, estableciendo "un calendario para edificar y empezar a construir". Ayer no transcendieron nuevas fechas, pero la última referencia apuntaba a que la primera fase (en la que nunca se contempló la ejecución del rascacielos) culminaría para el horizonte de 2015.

Desde que el proyecto saliera a la luz pública, Torre Odiel se alzó como elemento de mayor impacto de una nueva operación 'cambio radical' impulsada por el Puerto en colaboración con el Colegio de Arquitectos. Desde el minuto uno, esta especie de World Trade Centre de 33 niveles, un hito de acero y cristal que iba a ser uno de los rascacielos más altos de Andalucía, se supeditó a la colaboración público-privada, lo que en estos tiempos de crisis daba al asunto una pátina de incertidumbre.

Aparte de la torre -que en principio es el único elemento que quedaría en stand by-, el proyecto incluye cinco bulevares ajardinados que canalizarán la transición entre el casco urbano y la zona de los servicios pesqueros, que se reubicarán en este mismo espacio en 60 modernos locales para la nueva Lonja, mercado de mayoristas y los exportadores. En el cantil se habilitará un paseo peatonal pegado al Odiel, desembocando en pantalanes naúticos. La urbanización de los primeros 65.000 metros cuadrados de intervención y la reordenación del tráfico en el entorno de la Glorieta Norte, junto a tres de los bulevares y los edificios para usos pesqueros, se programan en la primera fase, con un presupuesto de 8 millones de euros.

Respecto a las obras en marcha para la construcción del paseo marítimo, ahora llamado Paseo de la Ría, la presidenta del Puerto precisó ayer que está próxima a su finalización la primera fase de la infraestructura, que es, dijo De Paz "la más importante pero menos vistosa". Por ello, una vez que culmine esta primera parte, comenzará la segunda y última fase, "más espectacular" al estar destinada a convertir este nuevo balcón de la Ría -que tiene un kilómetro de longitud y 80 metros de ancho- en el gran bulevar que la ciudad viene demandando para su fachada portuaria.

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