Puerto

El Puerto busca su lugar en el mundo

  • Su entrada en la red principal del Corredor Mediterráneo y su ubicación son las grandes oportunidades para la expansión de una institución indisolublemente ligada a la industria.

La Huelva marinera, minera e industrial, el ayer y el hoy, se conjugan en una parte fundamental de la historia de la ciudad: su Puerto. Una de las principales instituciones de Huelva empieza un nuevo salto evolutivo en 2013, en algún punto de un camino que comenzó con la actividad pesquera, continuó con la llegada de las minas y con la transformación del Puerto en industrial, y prosigue con Huelva como nodo portuario de primer nivel dentro del mallado del transporte europeo. Y si se consigue hacer valer la gran fortaleza de Huelva, su situación geográfica, la historia acabará con los muelles bien situados en el mapa mundial del transporte por mar.

Ese es el gran objetivo que marcan todos aquellos relacionados con el puerto ahora y desde hace muchos años. Al principio fue la pesca, aunque las infraestructuras portuarias propiamente dichas, recuerda José Luis Reyes, quien fuese director del departamento de Planificación y Obras, llegasen de la mano de la mina, centro fundamental de la historia onubense. Sería a finales del siglo XIX cuando el río Odiel vio llegar una obra cumbre de la ingeniería en aquellos momentos, el cargadero de mineral de Río Tinto. Otro paso clave para la configuración actual lo dio el "director con más visión del puerto, Francisco Montenegro", prosigue Reyes. Él fue el impulsor de una zona de servicio en la que previó la instalación de las fábricas que llegarían en los años 60, la siguiente gran revolución de la institución y de Huelva.

De la pesca a la industria

El tratamiento del mineral procedente del centro de la provincia fue el factor de atracción de una industria que impulsó los movimientos de graneles sólidos. Aunque en paralelo, destaca Rafael Nárdiz, presidente de la Sociedad de Estiba y director de Agencias de Ership, la pesca seguía floreciendo y "los onubenses fueron los primeros en conquistar la costa africana y se especializaron en la gamba y los langostinos". El siguiente gran avance llegaría de la mano de Juan Gonzalo Vara, el ingeniero responsable del salto al otro lado del Tinto, con un puente del que llegó a decirse que era el más ancho del país, y la construcción del Espigón, que dio el calado necesario para la entrada de grandes buques. 

Así, a principios de los 80, el puerto quedaba configurado prácticamente como hoy lo conocemos, con un tráfico eminentemente industrial de 9,5 millones de toneladas en 1983, el año que nacía Huelva Información. La mitad de ellas ya eran graneles líquidos, con un importante peso (por encima del 40% del total de tráfico) de los productos petrolíferos. En ese mismo año se recepcionaba la obra del dique Juan Carlos I, a partir de la cual se produciría el crecimiento del Puerto Exterior, la instalación de pantalanes y la expansión de una institución ya indisolublemente ligada a la industria.

"La llegada de Enagás fue muy importante", destaca Juan José Blanco, jefe del área de Explotación y Desarrollo Comercial, quien también recuerda el posterior desembarco de Decal. La transformación de un polo que era químico en energético cambió la configuración de los tráficos del puerto, con un peso cada vez mayor de los graneles líquidos y el paralelo declive de la pesca. En 1993, el 69% de los 11,13 millones de toneladas movidas por el puerto eran graneles líquidos, fundamentalmente productos petrolíferos. Aunque el retraimiento de los sólidos también ha tenido sus efectos negativos, como la disminución del trabajo de los estibadores, recuerda Nárdiz.

La institución crecía de la mano del sector privado, pero también quería hacerlo a través de la expansión de los muelles públicos. "Teníamos 900 metros del Juan Gonzalo, ampliamos primero con el Ciudad de Palos, readaptamos el Muelle de Minerales y ahora hemos licitado la segunda fase de la ampliación hacia el Sur", resume Blanco. El puerto también supo convertir algo que a priori era una debilidad en una fortaleza: "Los recintos para confinar material de dragado se convirtieron en una nueva zona de expansión", prosigue; la zona en la que ya en el siglo XXI se construiría el Muelle Sur, el emblema de la búsqueda de nuevos tráficos para el puerto. Eso sí, sin perder de vista su dependencia de la industria, que con la expansión de la refinería La Rábida de Cepsa ha provocado el último gran impulso a los tráficos portuarios: de los 21,7 millones de toneladas que se movían en 2007, antes de la crisis económica, pasó a mover en 2012, en plena recesión, 28,6 millones.

Sin dar de lado a su carácter industrial, el puerto busca otros tráficos a lo largo del siglo XXI, se empieza a hablar del transporte de los productos agroalimentarios por mar, de los contenedores... "De momento, se ha establecido la línea a Canarias, pero la intención es seguir creciendo". Algo que también reivindican las empresas del puerto y la Sociedad de Estiba, que apunta a la necesidad de "buscar alternativas a los graneles", apunta Nárdiz.

La gran oportunidad

La creación del Muelle Sur está enraizada con otra aspiración, la de convertir el puerto en una zona logística dentro de la planificada red logística de Andalucía. "Nuestro futuro está en esa actividad porque produce valor añadido y empleo, y crea riqueza", apunta el jefe del área de Explotación. "En el puerto tenemos espacio para convertirnos en ese nodo multimodal, ferrocarril, carretera y buques que impulsen la economía onubense, quizás apoyado en el sector agroalimentario". Y ahí entra en juego el reciente logro del Corredor Mediterráneo de la red transeuropea de transporte: que el Puerto de Huelva esté incluido dentro de la denominada red básica, el mallado considerado prioritario para el transporte europeo que se llevará la mayor financiación de la UE para la ejecución de infraestructuras hasta 2030. El último gran hito del puerto y el primer paso para aprovechar su situación geográfica.

Tanto Blanco como Nárdiz coinciden al respecto: "El puerto está muy bien ubicado con respecto a las líneas marítimas norte-sur y ete-oeste. Eso es una ventaja estratégica importante para poder entrar en los transportes a media distancia", señala el primero. El responsable de Ership abunda en la idea: "Huelva sería un puerto ideal para transbordos, para que los grandes barcos de transporte de mercancías parasen a dejar su carga, que sería distribuida en pequeños barcos para entrar en el Mediterráneo". Algo a lo que ayudaría la gran área de servicio del Puerto, algo que no tiene Algeciras, por ejemplo. "Huelva debe ocupar ese vacío", con las posibilidades además de una entidad que genera satisfacción en sus clientes: "Somos los grandes desconocidos. Cuando las empresas vienen aquí y ven el puerto se asombran de sus condiciones naturales y quedan satisfechas de sus servicios". "Los onubenses hemos recibido un patrimonio con la ubicación de Huelva", apostilla Nárdiz, a lo que suma Blanco que "ahora hay que implicar a todos los actores, hay que trabajar porque las cosas no vienen solas". Los próximos años serán clave para aprovechar esa ventaja geográfica.

Puerto-ciudad: binomio cada vez más evidente

La relación entre puerto y ciudad se ha ido estrechando con el paso de los años, aunque la visión de esa relación varía mucho según el prisma desde el que se mire, desde la conocida frase de "Huelva vive de espaldas al puerto" a la conexión entre ambas. Para José Luis Reyes, la perspectiva es otra: "Francisco Montenegro planificó el entorno del Muelle de Levante con un espíritu urbanístico. Diseñó las avenidas y calles adyacentes, se ocupó no sólo del negocio portuario, sino también de la ciudad".

Desde la apertura al público del Muelle de Levante a la cesión del muelle cargadero de mineral de Río Tinto, el Puerto ha ido cediendo espacios a la ciudad: aquel en el que se levanta Aqualon, el parque de Zafra, ha rehabilitado las antiguas cocheras de locomotoras, resalta Reyes. Ahora está embarcado en un gran proyecto, el paseo fluvial de la Ría del Odiel, un bulevar urbano que será la antesala del nuevo barrio del Ensanche Sur, un paso más del tan traído y llevado acercamiento de la ciudad a la ría.

También está el proyecto del Muelle de Levante Norte, su adecuación como espacio de ocio al tiempo que permanece la lonja. Reyes sueña con otro proyecto: "Me gustaría ver las marismas del Tinto convertidas en parque periurbano".

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