El derribo de las siete naves que en la actualidad componen el complejo de astilleros una vez se renueve la concesión de su gestión, previsiblemente a finales del próximo mes de agosto, supondrá al Puerto de Huelva una inversión de 217.800 euros según la licitación hecha pública ayer y a la que tuvo acceso Huelva Información. Según la misma, el plazo de ejecución de las obras es de cinco meses, con lo que si se tiene en cuenta que la fecha límite de presentación de solicitudes finaliza el 1 de julio, todo hace prever que las mismas puedan desaparecer del paisaje onubense antes de la conclusión del presente año.

Es precisamente la necesidad de mejorar el entorno en el que la nueva empresa que gestionará la actividad del astillero presenta, especialmente importante si se tiene en cuenta que ocupa un espacio de entrada a la ciudad, una de las intenciones de la Autoridad Portuaria al plantear el derribo de la mayoría de las naves que en la actualidad presentan unas condiciones pésimas de habitabilidad y salubridad debido a los años de desuso. Sólo en el caso de que los nuevos concesionarios decidan conservar algunas de las naves, se podrán salvar del derribo siempre que se justifique su utilización, aunque también se asegura que deben presentar una memoria de reparación total de las mismas, en una decisión que se deja en manos de la Autoridad Portuaria.

Parte de las naves que serán demolidas antes de que termine el año.

El Puerto, según se recoge en la Memoria Justificativa del contrato consultada por Huelva Información, considera que “es necesario demoler algunas de las naves situadas en la avenida de Enlace”, en una serie de actuaciones que “deben ser asumidas por la Autoridad Portuaria de Huelva” de cara a dejar expedito el terreno antes de proceder a adjudicar la gestión de la actividad a los nuevos consignatarios de la misma.

Según adelantó Huelva Información el pasado lunes, el pliego de condiciones para el concurso de los nuevos gestores de la actividad de reparación de buques en los terrenos adyacentes al puente Sifón, contempla el derribo de hasta siete naves que componen el actual complejo, toda vez que se encuentran en un “penoso estado”, por lo que la intención es proceder a su derribo junto con algunas de las construcciones que se encuentran al final de las rampas de varada y a uno de sus muelles.

Las instalaciones que serán demolidas, tienen su origen en los años 60 y ocupan una extensión aproximada de 55.000 metros cuadrados. Los nuevos astilleros contarán, en este sentido con un recorte en 5 metros el límite de los astilleros con dicha vía. Además, se ha querido insistir en el aspecto de mejora de la imagen del acceso a la ciudad, ya que tal y como se recoge en el pliego de condiciones “el polígono es cabecera de entrada a la ciudad desde Aljaraque, lo cual otorga una especial importancia a la imagen que deben tener las actividades que allí su ubiquen”.

Estado en el que se encuentran algunas de las naves que serán derribadas.

Las naves son instalaciones complementarias al tráfico pesquero (almacenaje, suministros, instalaciones frigoríficas, manipulación o etiquetado de pescado) así como talleres de maquinaria, calderería e instalaciones destinadas a la reparación de motores.

La intención del Puerto es “disponer de unas instalaciones modernas, dinámicas y adaptadas a las necesidades actuales del mercado, al tiempo integradas en un entorno urbano-portuario, reduciendo y adaptando la superficie a ocupar por la futura instalación a los requerimientos actuales de la actividad, así como a la necesidad de facilitar una mejora de la fachada portuaria y de la urbanización en la propia avenida de Enlace”.