El cierre del ejercicio para la empresa energética Cepsa no ha podido ser más positiva sobre los datos de producción e inversiones que se han llevado a cabo en las dos unidades que la misma posee en la localidad de Palos. Mientras que la Química batió su récord histórico de producción, la Refinería se quedó ligeramente por debajo de la marca conseguida el año pasado cuando se alcanzó un nivel jamás logrado hasta el momento. En lo que se refiere a las inversiones, la recientemente inaugurada por la presidenta de la Junta de Andalucía planta de producción de aromáticos y los 45 millones de euros de inversión que supuso su puesta en funcionamiento en el mes de noviembre, dejaron los gastos en este capítulo en más de 130 millones de euros.

Según los principales baremos a los que ha tenido acceso Huelva Información, la Planta Química incrementó su producción un 10% respecto al pasado ejercicio y llegó hasta los 1,77 millones de toneladas (en 2016 se alcanzaron los 1,61 millones de toneladas) por lo que la energética habla de un "récord histórico en la producción".

En lo que se refiere a la Refinería, 2017 cerró con una producción de 11,4 millones de toneladas, apenas por debajo de los 11,6 millones de toneladas con los que se cerró el ejercicio anterior, en el que se alcanzó un máximo histórico. La planta procesó 9,27 millones de toneladas de crudo, en línea con el año anterior, que se llegó hasta los 9,54 millones. Las recientemente mejoradas instalaciones de la unidad de Hydrocracker, que permite maximizar la producción de destilados como gasóleos y querosenos a través de la destilación de productos más pesados, fue de 2,44 millones de toneladas, también en consonancia con lo alcanzado un año antes (2,57 millones). Además se consiguió batir el récord en las unidades de Aromax (reformado de nafta para producir benceno y sus derivados) con 595.000 toneladas y en la planta de asfaltos con 421.000 toneladas. En este último capítulo, Cepsa alcanzó un registro histórico en la producción de asfaltos con 435.000 toneladas frente a las 433.000 del año anterior y en la denominada producción de ETBE (componente de las gasolinas de automoción) con 61.000 toneladas, un 8% más que en el ejercicio precedente.

En lo que se refiere a las inversiones directas, tanto la Refinería como la Química contabilizaron el año pasado un total de 130 millones de euros en este capítulo. Se trata de varios proyectos destinados fundamentalmente a la mejora de la seguridad, el medio ambiente, la eficiencia energética y el mantenimiento de la capacidad de producción. La más destacada es la de 45 millones de euros de la planta de aromáticos, un proyecto inaugurado oficialmente el pasado lunes por la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Esta planta comenzó a producir derivados del benceno para un amplio número de proyectos dentro de la propia refinería, lo que permite un mayor aprovechamiento del crudo tal y como llega, en forma de barriles y que permite aportar una de las señas de identidad de Cepsa en todos sus procesos, como es el maximizar el valor añadido a los mismos. Se trata, técnicamente, de extraer de la corriente de xilenos de los aromáticos producidos en el reformado de naftas, la mayor cantidad de productos posibles para ser empleados en otras producciones, desde la industria farmacéutica, hasta la de plásticos o la agroindustria, así como detergentes y resinas. El proyecto, según Cepsa, supuso importantes modificaciones en la separación de esas naftas de crudo y en la planta petroquímica, con la construcción de nuevas torres y la recuperación de la antigua unidad de sulfolano para extraer los xilenos.

Su puesta en marcha efectiva se prolongó a lo largo de dos años, en los que se dio empleo a 200 trabajadores tanto propios como de empresas auxiliares. Cepsa aspira a "conseguir un mayor valor de los aromáticos en la refinería a través del incremento de la producción de benceno y, en definitiva, un incremento del margen del refino".

En otro orden de cosas, Cepsa continuó con las inversiones destinadas a las mejoras medioambientales durante el pasado ejercicio en sus dos centros de Palos. En este ámbito hay que destacar las continuas inversiones destinadas a la "mejora de la eficiencia energética, que nos han llevado a reducir las emisiones específicas de SO₂, NOx, partículas y CO₂ por unidad de producto puesto en el mercado y a mantenerlas muy por debajo de los correspondientes límites legales que le son de aplicación".

La empresa, llevó a cabo con éxito un año más, la certificación única del sistema de gestión ambiental conforme a la norma ISO 14001, así como la validación de las Declaraciones Ambientales conforme al Reglamento europeo Nº 1221/2009. Asimismo se ha verificado nuevamente la memoria ambiental del terminal marítimo de Cepsa para dar cumplimiento a la Guía de Buenas Prácticas Ambientales de Puertos del Estado.

En julio Cepsa presentó nuevamente su Declaración Ambiental a la sociedad onubense, "muestra de transparencia con su entorno". Se ponía de manifiesto cómo los dos centros en Huelva cumplen con sus objetivos medioambientales. La Rábida fue la primera refinería en España en presentar declaración medioambiental. En 2017, se cumplieron 20 años de este hito.