Huelva

El PP se aferra al AVE en un intento de recuperar el pulso político perdido

  • Aunque De la Serna tardó años en recibir a los dirigentes socialistas de Huelva, la dirección de los populares considera un paripé la reunión que Cruz y Caraballo celebrarán con Ábalos el viernes

Los populares, junto a Íñigo de la Serna y Fátima Báñez, durante la inauguración de la estación de trenes el pasado 3 de mayo.

Los populares, junto a Íñigo de la Serna y Fátima Báñez, durante la inauguración de la estación de trenes el pasado 3 de mayo. / alberto domínguez

Ya se sabe que los relevos de Gobierno tienen estas cosas, cambios repentinos de pareceres e incluso súbitas eclosiones de un espíritu rebelde que permaneció dormido durante un periodo de tiempo. El del PP onubense brotó el pasado 7 de junio, en cuanto la ministra de Empleo onubense, Fátima Báñez, abandonó de la mano de Rajoy el Gobierno central, y poco antes de que José Luis Ábalos tomase posesión como ministro de Fomento.

Ya entonces el recién estrenado talante reivindicativo del PP con el Gobierno central en lo que a infraestructuras se refiere le llevó a criticar que en 48 horas el PSOE provincial pasase "de la reivindicación continua al Gobierno del PP a la sumisión absoluta al Gobierno de Pedro Sánchez". "Se recogen las pancartas, se guardan en el cajón los pactos y ya no se alza la voz para reivindicar lo que Huelva sigue necesitando", dijo el portavoz de la dirección provincial, Juan Carlos Duarte.

Se trata de recuperar la iniciativa política y la cosa no quedó ahí. Porque el talante reivindicativo promete alcanzar cotas excelsas y ayer llegó hasta tal punto que incluso desde la dirección provincial del partido criticaron la reunión que el alcalde de la capital, Gabriel Cruz, y el presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, mantendrán el viernes con el ministro para hablar del AVE.

Aunque tienen claro que si sirve para algo será "por el compromiso adoptado por el Gobierno del PP con la provincia" anteriormente, la realidad es que no esperan nada de ella. Es más, la consideran, según dijo Duarte, "un anuncio de imagen y sonido" y un mero montaje "para mayor gloria de sus promotores".

Creen, además, que es una convocatoria que sólo persigue "una foto y un titular para volver luego a Huelva con las manos vacías" o una simple respuesta ante el hecho de que el estudio informativo de este proyecto, con los trazados y la inversión total, no saliese a exposición pública el pasado mes de junio, tal y como anunció en mayo en Huelva el anterior titular de Fomento, Íñigo de la Serna. Y es que, según señaló Duarte, el PP "dejó todo el trabajo hecho" y es "intolerable" que el PSOE haya parado este proyecto "a las primeras de cambio" tras la buena nueva que trajo a Huelva De la Serna. El mismo que, según reprochan desde el PSOE, tardó años en recibirles para abordar las infraestructuras de comunicación. Hicieron falta hasta ocho escritos durante cuatro años para ser finalmente atendidos.

Así, bajo el pretexto de abanderar ahora este proyecto histórico que sus colegas de Madrid dejaron en el mismo punto en el que estaba hace una década, los populares intentan retomar el pulso político perdido en los últimos años reclamando a primeros de julio y con un Gobierno que apenas acaba de echar a andar un nuevo estudio informativo llamado a suceder el que vio la luz con la antecesora de De la Serna, Ana Pastor, y cuya DIA caducó en el camino.

Huelga decir que en esta materia no sólo el PP ha enlazado un rosario de promesas incumplidas hasta llegar al día de hoy (el PSOE hizo sus particulares anuncios sobre la construcción de la estación en 2009, las adjudicaciones de los proyectos ese mismo año, las licitaciones también de 2009, un nuevo diseño de la estación y el laureado inicio de obras en 2010 o la visita de José Blanco en 2011).

Pero esta suerte de insurrección del PP, basada en que el "primer gran incumplimiento con la provincia del PSOE en apenas un mes de Gobierno" es que aún no se ha presentado el estudio informativo, no deja de ser un intento por recuperar protagonismo tras perder el poder de la única administración amiga y de enarbolar la bandera de las reivindicaciones tras años de dominio socialista en la provincia y de oposición capitalina cargada de conflictos.

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