La Plaza de San Pedro tenía ayer ambiente de fiesta entorno a la figura de San Manuel González, el arcipreste apóstol de la eucaristía, junto a su monumento. Una doble festividad y seguro que las dos les resultarían igualmente emocionante. Los niños y niñas que acudían a ese primer encuentro con la eucaristía en la primera comunión; dos tandas en la mañana de este mayo de pascua florida en San Pedro.

Es el fruto eucarístico que aún se mantiene y en el que profundizan las Hermanas Nazarenas, llamadas a eucaristizar nuestra sociedad en un empeño en el que están desde hace cien años. Esa es la gran fiesta a la que todos estaban convocados en la parroquia de San Pedro eso sí, tras las dos tandas de las comuniones, a la una y media de la tarde el obispo de Huelva, Santiago Gómez, presidía la solemne eucaristía de acción de gracias en este templo que vio entre sus naves a un santo andar por ellas.

Todos contentos por este júbilo compartido de la acción de gracias, al que se sumó el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, y la teniente alcalde María Villadeamigo. Acudieron numerosos sacerdotes que concelebraron con el obispo, así como otras comunidades religiosas acompañaron a las Nazarenas como la Hermandad de la Cinta, que encabezaba Antonio Colchero. De todos recibieron la felicitación por un siglo de vida, por tanta entrega e ilusión que siguen manteniendo y que se adornó de una celebración centrada en la eucaristía y acompañada por la Coral de la Sagrada Cena, que dirige Emilio Muñoz Jorva.

En la monición de entrada las hermanas Nazarenas resumían muy bien este nacimiento: “Este Dios que desde hace 100 años se fijó con amor eterno en unas personas sencillas, pero confiadas y disponibles para lanzarse a una nueva aventura, se ha seguido fijando en cada una de las que a lo largo de este tiempo han formado y formamos Nazaret, para invitarnos a compartir su vida y acompañar a los hombres al encuentro con Cristo Eucaristía”. Cien años de misión eucaristizadora que dan para mucho. Así dicen, en palabras de San Manuel González: “Alegraos de la alegría del mucho agradecimiento, de la complacencia en el mucho bien hecho, de la esperanza del mundo bien que se seguirá haciendo...”.

El obispo Santiago Gómez habló del Sagrario “donde está la presencia del cuerpo entregado de Jesús a nosotros queriendo acompañarnos a lo largo de la historia”, como lo hace en este tiempo las Nazarenas, “sois presencia de ese camino en el que nos animáis con vuestro apostolado de San Manuel González”, dijo. Les invitó a continuar en esa labor, “para eucaristizar el mundo, para aprender de la eucaristía”, en un tiempo en el que se debe dejar “culturizar por el evangelio”.

Las Hermanas Nazarenas tuvieron unas palabras al final de agradecimiento hacia todos los que caminan con ellas: “Hoy miramos el presente con amor y queremos dejarnos hacer Eucaristía, para que con Él, con Él y como Él sepamos partirnos y repartirnos en favor de nuestros hermanos, especialmente los más abandonados”.

“Gracias -dicen- por todas y cada una de las personas que a lo largo de estos 100 años se cruzaron en nuestras vidas. En todas quisimos verte presente, y todos nos enseñaron a seguir adelante”.