El Museo de Huelva da un paso hacia la ciudad portuaria de Onoba, de la mano del Doctor Salvador Delgado Aguilar, profesor del Master de Profesorado de la Universidad Antonio Nebrija y arqueólogo en Ánfora GIP, quien ha abordado el entalle romano durante la conferencia La Pieza del Mes.

El entalle romano de Onoba, recuperado durante una intervención arqueológica en calle Pablo Rada, número 4, en los primeros años de la década de 1990, forma parte de la colección de joyas del Museo de Huelva.

Onoba Aestuaria fue la ciudad más importante en el sector más occidental de la Bética, el puerto por el que partían y arribaban productos de diferentes ámbitos territoriales. Su actividad portuaria y su localización estratégica como punto de conexión de las principales rutas comerciales marítimas, tanto en su vertiente mediterránea como atlántica, le otorgó significación a este enclave no solo en época romana sino en tiempos pretéritos y en su devenir posterior.

Huelva como ciudad histórica y superpuesta generaba un especial interés para historiadores y arqueólogos con el fin de obtener la máxima información sobre las sucesivas culturas que la ocuparon en el pasado. Por todo, se han producido infinidad de intervenciones arqueológicas desde mediados del siglo XX hasta la actualidad en las que el pasado romano ha aflorado y permitido vislumbrar un conocimiento más completo de este período histórico.

Durante las décadas de 1980 y 1990 fue el Servicio de Arqueología de la Diputación de Huelva, quién desempeñó las labores de recuperar el pasado de muchos solares de la ciudad. Entre ellos, cabría destacar algunos en los que el mundo romano estuvo bien representado como el caso de las intervenciones en las calles Palos 1, 12 (Convento de las RR.MM Agustinas) y 23 o en Pablo Rada 2 y 4. En este último solar se recuperó un complejo constructivo con muros con grosores de hasta 1 metro, realizados en ladrillo, y todo un espacio de solería de mármol con al menos dos alturas, como se evidenciaba a través de una pequeña escalinata.

En uno de los escalones de este complejo constructivo de la calle Pablo Rada 4 se descubrió, junto a otros materiales de adscripción romana, un entalle, que bien estuvo engarzado en alguna pieza de joyería muy del gusto de la sociedad romana y sobre el que profundizará el Doctor Salvador Delgado Aguilar.