Huelva

Las Metas, barrio (casi) fantasma

  • El Ayuntamiento acordona las casas y talleres y pone vigilancia para evitar robos y 'okupas' · La zona, donde aún funcionan dos empresas, queda a expensas de un acuerdo sobre las demoliciones

Amaneció Las Metas con una sombra de pillaje y vandalismo, destrozos en la puerta de la nave desalojada, buscadores de chatarra merodeando por las casas, vecinos a la carrera y el resabio de que la mínima tardanza en la demolición añadiría lo único que le faltaba a esta odisea de las expropiaciones del AVE: okupas (no queda tan lejano el show del polideportivo de Marismas del Odiel, donde vivieron tres familias con burros y galgos).

Los pocos residentes que quedaban en este pequeño barrio de la ciudad terminaron finalmente la mudanza, a tenor del compromiso que alcanzaron con el Ayuntamiento de que a partir del lunes [por ayer] estarían todas las viviendas desocupadas. Entre ellos se repartieron ayer hasta la última pieza susceptible de venderse en chatarrería, desde grifos y tuberías hasta ventanas. "Había gente que llevaba varios días pendiente de nosotros, esperando a que nos fuéramos de aquí para coger todo lo que pudieran -explicaba ayer el portavoz de los vecinos realojados, José Cubero-. Hace ocho días incluso nos arrancaron una reja a plena luz."

Al cierre de esta edición, todavía quedaba en la zona un último disidente, un inquilino que en todo este asunto ha negociado "por libre", fuera del colectivo que ha representado Cubero, un vecino al que se le compensó con terrenos y que no descartaba pasar la noche en Las Metas pese a las medidas que a las 19:00 adoptó el Ayuntamiento. Los responsables de la Empresa Municipal de la Vivienda, José Luis Barragán, presidente; y José Luis Gallardo, gerente, acudieron junto a un vigilante de seguridad a acordonar la zona de los talleres y casas para proteger estos inmuebles de posibles robos y okupas. La vigilancia de la zona se mantendrá para evitar incidencias de este tipo, máxime cuando en este mismo paraje siguen funcionando a día de hoy dos empresas: por un lado, Weickert y Martín Agrícola SA, a la que el Consistorio presentó la semana pasada un acta de ocupación con una autorización judicial, dando a la entidad un mes para desalojar las instalaciones. Un acta que los responsables de la empresa no firmaron porque la indemnización por esta expropiación está impugnada en los tribunales. Al margen, se encuentra en Las Metas Construcciones Metálicas Garpe, que no afecta directamente al ámbito del Plan Especial de Infraestructuras Ferroviarias, por lo que el Consistorio no ha llevado aún el requerimiento para su desalojo al plano judicial. De momento, el conflicto está en fase administrativa.

Las Metas entra ahora, pues, en un limbo sin fecha de caducidad, a expensas de alguna tregua en el fuego cruzado entre PP y PSOE y el reciente enfrentamiento institucional entre Adif y el Ayuntamiento por la demolición de naves y viviendas. El ente dependiente del Ministerio de Fomento se aferra al convenio que el alcalde firmó este verano para atribuir el pago y ejecución de los derribos a la Administración local. Fuentes municipales aseguraron ayer que el desbloqueo de esta cuestión será inminente, manteniendo el factor sorpresa en una polémica que cada día es una historia de final abierto.

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