Huelva

La Mesa de la Ría abre el debate para frenar el derribo de las casas de La Joya

  • Defenderá en el Pleno su restauración, una vez se busque solución al "problema de los 'okupas"

Es el rastro de la Huelva que existió antes del cambio interrumpido. Fuera de ordenación, las casas okupa del Cabezo de La Joya subsisten en su altillo, reliquia de ese tipismo que la piqueta ha ido borrando del mapa de la ciudad. Una arquitectura popular literalmente descatalogada, que los inspectores municipales de Urbanismo califican ya en estado de ruina -comenzando por cinco expedientes-, por lo que ordenan su derribo esgrimiendo peligro de derrumbe.

La noticia ha llevado al grupo municipal de la Mesa de la Ría (MRH) a emprender acciones para evitar la desaparición de esta docena de edificaciones, "que conforman una trama urbana de interés y son el único vestigio que queda del antiguo barrio de San Sebastián", señaló ayer el concejal José Pablo Vázquez en declaraciones a este periódico. "Esas casas tienen suficiente valor -insistió- como arquitectura civil y residencial. Estamos a tiempo de corregir este plan y salvar este patrimonio. Cualquier ciudad le sacaría partido a esas casas".

Para Vázquez, "esas edificaciones están en evidente deterioro por el abandono y la falta de mantenimiento, pero no están en ruinas. Para solucionar el problema de la ocupación no hace falta tirar aquello". El ex decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva avanzó que su grupo registrará una moción de urgencia para el Pleno del Ayuntamiento, en la que se instará a los mandatarios del PP a revisar el planeamiento urbanístico de modo que se conserven estos inmuebles y -una vez buscadas las alternativas para "resolver el problema de los okupas"- se rehabiliten promoviendo acuerdos con la propietaria de estas edificaciones adscritas a la Unidad de Ejecución Número 1 La Joya del PGOU. El documento tramitado por el Consistorio ordena el espacio comprendido entre las calles San Sebastián, Fray Juan Pérez, Fray Junípero Serra y la avenida Adoratrices, contemplando un cinturón de 288 viviendas (entre adosados y plurifamiliares, con reserva de VPO) en torno al parque arqueológico que quedaría conservando la cima del cabezo, donde se hallaron restos de la necrópolis orientalizante de La Joya.

La propuesta del concejal se basa en que dicha Junta de Compensación -que aglutina a Epsa, al propio Ayuntamiento (con una cuota del 10%) y a dos promotoras privadas- modifique la ordenación prevista compensando a los otros propietarios por la pérdida de aprovechamientos urbanísticos al mantener las construcciones existentes e invertir en su restauración. "No hay presión, porque las nuevas viviendas no se van a construir hasta dentro de muchos años, por mucho que la reparcelación ya esté aprobada. Todo está parado y si derriban esas casas -advirtió el edil- ahí va a quedar un solar vacío durante mucho tiempo. Hay que aprovechar ahora para rectificar los errores que hemos cometido todos".

En esta línea, el portavoz de MRH adujo que "no son tiempos de hacer nuevos desarrollos urbanísticos", calificando la operación Montija como "una barbaridad"; sino de "consolidar lo existente en la ciudad y hacer una revisión del plan para poner en valor lo que tenemos con sentido común y los pies en el suelo". Así, Vázquez se remitió al ejemplo de Isla Chica, la tierra eternamente prometida: "El magnífico proyecto de la zona del estadio no es viable a día de hoy, con lo que habría que replantearlo y hacer ahí el centro de salud y un gran parque, pero no dejarlo así de por vida".

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