El hospital Juan Ramón Jiménez ha creado una unidad especializada de Radiodiagnóstico destinada únicamente a la realización de las pruebas de mama aglutinando en una única sección todo lo relativo a las patologías mamarias mediante acto único, si procede, siempre dependiendo de las patologías a estudiar.

Esta unidad funciona de forma independiente y en su creación formó parte un equipo multidisciplinar de Radiólogos, Enfermeros, Técnicos de Radiodiagnóstico, Auxiliares Administrativos y Celadores en una iniciativa de la Dirección Gerencia del centro tras, tal y como asegura CSFI, "la denuncia del sindicato" que, en el año 2020, "sacó a la luz el problema de este servicio que acumulaba una demora de más de 15 meses".

"Precisamente, la propuesta de la central sindical para revertir esta situación es la que finalmente se ha llevado a cabo en el hospital", señalan, por lo que desde la organización sindical se ha puesto en valor “la buena acogida y la respuesta del equipo directivo” ante la gravedad del caso y ha destacado que “todo el personal que forma parte de esta unidad tiene una alta cualificación y una implicación directa para obtener los mejores resultados posibles para las pacientes”.

Según CSIF, gracias a la creación de esta unidad “se ha conseguido acortar los tiempos de espera para la realización de pruebas diagnósticas a tiempos razonables, y se ha mejorado el servicio al unificar en una sola área toda la patología mamaria”. Esto ha supuesto “un salto de calidad en la atención a las pacientes y, por tanto, se da una mejor respuesta ante la enfermedad y el tratamiento, así como en las labores preventivas”, explica la central sindical. De hecho, en ecografía de mamas la lista de espera es casi inexistente, tal y como ha comprobado CSIF.

Sin embargo, hace dos años esa lista de espera para realizar algunas de las pruebas de Radiodiagnóstico llegaba a los 15 meses y, posteriormente, esas mismas pruebas de pacientes con patologías graves o muy graves “se llevaban guardadas en un cajón más de siete meses” a la espera de realizarse el estudio y el informe correspondiente para comenzar con el tratamiento. Todo esto ocurría mientras el Decreto de Garantía de Plazos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) fija los siguientes máximos: 60 días como límite para realizar la prueba de diagnóstico desde que es solicitada por el especialista y 30 días desde que ésta se lleva a cabo y la paciente es vista por el facultativo.

En el caso de cáncer avanzado, esos siete meses de demora “probablemente marcaban la diferencia entre un buen o un mal pronóstico”, según CSIF. Esta situación provocó el colapso del servicio de Radiología del hospital Juan Ramón Jiménez, y en concreto de las pruebas de mama, y tuvo su origen -según la central sindical- en la falta de personal y el incremento del volumen de trabajo. Entonces, el servicio de mamografías en este hospital contaba con solo dos profesionales para realizar las pruebas de toda la provincia de Huelva.

A día de hoy, "gracias a la denuncia pública de CSIF y su propuesta de implantar un servicio independiente de pruebas diagnósticas de mama, la lista de espera se ha reducido de forma significativa y las pacientes tienen una mejor atención médica, con un seguimiento más cercano y, por tanto, los diagnósticos y tratamientos se hacen con mayor celeridad". “El pronóstico de la enfermedad es más favorable debido, en gran parte, a que se está actuando en estadios más precoces de la enfermedad”, concluye la central sindical.