El obispo José Vilaplana, ahora administrador apostólico de Huelva, ha tenido un acto de despedida de los sacerdotes en la Santa Iglesia Catedral con ocasión de la misa crismal que no se pudo celebrar el pasado Martes Santo.

Al mismo tiempo ha tenido palabras de afecto hacia su sucesor, Santiago Gómez. Así, en el desarrollo de la misma ha quiero que sus primeras palabras “en la homilía de la misa crismal, en la que pedimos al Espíritu Santo que consagre y bendiga estos óleos del santo crisma para hacer crecer al pueblo de Dios, pues que el Espíritu Santo descienda abundantemente sobre don Santiago, el obispo ya electo de esta querida diócesis de Huelva”.

José Vilaplana le dijo a los sacerdotes de la diócesis, reunidos en la Catedral de Huelva, que “lo mejor que podemos hacer por él ahora es pedir que reciba ese espíritu de fortaleza y de sabiduría para que pueda afrontar con entusiasmo esta tarea que el Señor le encomienda”.

Una celebración que ha tenido lugar fuera de su contexto habitual de la Semana Santa, pero que como dijo José Vilaplana era importante “recuperar esta jornada de santificación del clero recogiendo el mensaje del papa a los sacerdotes, que sea una jornada en la que los sacerdotes pidamos al Señor ser sacerdotes con el corazón de Cristo”.

Con la misma orientación del papa Francisco, les ha pedido a los sacerdotes de la diócesis que tengan “un corazón agradecido, misericordioso, compasivo, vigilante y animoso”.