Resultados Elecciones Andalucía

Reflexiones de una izquierda en ‘shock’ y certezas de la victoria conservadora

  • A cinco meses de las municipales, el PSOE deberá reenganchar a su electorado y Adelante Andalucía revisará la confluencia. El espaldarazo a Cs y la irrupción de Vox auguran marejada

Votaciones, en la tarde del domingo, en un colegio electoral de la capital.

Votaciones, en la tarde del domingo, en un colegio electoral de la capital. / Alberto Domínguez (Huelva)

Los resultados de las elecciones en Huelva dibujan un escenario inédito hasta la fecha y dejan sobre la mesa un buen puñado de reflexiones, muchas incógnitas pero también varias certezas a raíz de la marejada política vivida. Todo ello, a cinco meses de las municipales.

La primera de estas certezas es que los socialistas, que viven la victoria más amarga de su historia en la provincia, deberán reconectar con un electorado que, descontento con la gestión de la Junta, se ha quedado en casa (la participación cayó cinco puntos y medio) o ha votado a otros partidos que crecen, presumiblemente a Ciudadanos y, según sostienen en la propia formación, también a Vox.

Para empezar esta tarea, el partido del puño y la rosa tendrá, en primer lugar, que salir de su estado de shock para preguntarse cuáles son los verdaderos motivos de, pese a ser la fuerza más votada en Huelva, haberse dejado en el camino casi 30.000 votos.

Pierde, por ende, dos diputados en el que hasta ahora era su incontestable bastión rojo, y cava así su suelo electoral que, históricamente, hasta ahora era el cosechado en 2012, cuando obtuvo cinco parlamentarios.

Con cuatro representantes se queda ahora el PSOE que, frente al ejercicio de autocrítica que debería haberse impuesto, se ha centrado en alertar del avance de la ultraderecha a nivel andaluz desde la calle La Palma. Porque este ha sido uno de los principales argumentarios de los socialistas de Huelva.

Y es que, respecto a 2015, los ciudadanos le han propinado un castigo severo en todos sus feudos de la provincia. Un correctivo que no escapa a la capital, donde se dejan unos 7.000 votos.

Ante este panorama, el alcalde, Gabriel Cruz, se la juega y, aunque en estos tres años y medio de mandato la endeble labor de la oposición le ha puesto las cosas fáciles, el regidor tendrá que salir de su zona de confort para, por lo menos, mantener a sus once ediles.

Bien saben en el PSOE que de cara a las municipales sería un error –y de los gordos– no considerar la llamada de atención de la ciudadanía, si bien también son conscientes de que han ganado en 70 municipios y de que los partidos nuevos lo tienen complicado para armar candidaturas de aquí a mayo.

Frente a la debacle socialista, el resultado del PP puede valorarse como una gesta. Y es que, aunque desde fuera pueda parecer un disparate que este partido celebre por todo lo alto un resultado que es peor que el de los comicios de 2015, hay que ampliar la lectura.

Cruz se la juega tras el sorpasso al PP de Cs en la capital, donde se queda a 2.100 votos del PSOE

Porque, pese a ver cómo se han evaporado 15.000 papeletas, los populares mantienen a sus tres diputados en Sevilla frente a la pérdida de representación en Andalucía, y ganan en pueblos clave de la provincia como Lepe, Isla Cristina, Palos o La Palma del Condado.

De este modo, tanto la secretaria general andaluza y cabeza de lista, Loles López, como el líder provincial y número dos, Manuel Andrés González, salen reforzados de unos comicios en los que el aparato provincial se jugaba su futuro frente al casadismo. Fieles escuderos de Moreno, habrá que ver qué mieles les depara el futuro (ya se habla en la sede de Alonso Sánchez de alguna consejería) si finalmente hay un cambio de Gobierno andaluz.

Importante es el éxito de Ciudadanos, tercera fuerza más votada, al duplicar su marca de hace tres años y medio tanto en votos como en escaños. A pesar de contar con una cabeza de lista prácticamente desconocida, la formación naranja obtiene dos diputados (Julio Díaz mantiene su sillón en la Cámara andaluza, donde entra Rocío Ruiz) al consolidar un crecimiento cocinado a fuego durante un año de intenso trabajo.

La fuerza emergente ha dado la sorpresa en Aljaraque, que es el segundo pueblo de toda Andalucía en el que Cs ha cosechado más votos, lo que se lee como un espaldarazo de cara al futuro. En el municipio, donde gobierna el PSOE sin ser la fuerza más votada tras la fallida moción de censura, los ciudadanos han convertido al partido naranja en el más votado, lo que le pone las cosas complicadas a David Toscano. Al secretario general del PP, que ganó en las municipales pero no gobernó ante la alianza de PSOE, Podemos e IU, los naranjas le pueden poner difícil el triunfo en las próximas elecciones.

Más allá de la victoria aljaraqueña, el resultado de Cs en la capital constata el cierre de la cruda guerra vivida en las filas naranjas el pasado año con la salida de Ruperto Gallardo y de Enrique Figueroa del grupo municipal en el Ayuntamiento. Prueba de ello es el sorpasso al PP, que pasa a ser tercera fuerza tras el PSOE. La formación naranja se ha quedado a 2.100 votos de los socialistas.

Mientras Cs saborea su logro, Adelante Andalucía digiere la derrota. Los resultados constatan que, tal y como apuntaba el sondeo de Metroscopia para el Grupo Joly, el electorado de IU no quiere la confluencia. Ni en pintura.

Y la coalición lo ha pagado caro. Ha cosechado cerca de 30.000 votos, que son los mismos que obtuvo Podemos en solitario. ¿Qué ha pasado con los 15.000 votantes de IU? La pregunta se responde por sí sola y abre un periodo de profunda reflexión ante una confluencia que, lejos de cumplir las sobredimensionada expectativas, ha fracasado.

El coordinador provincial de IU y número 2 de la candidatura, Rafael Sánchez Rufo, ya dijo en la amarga noche del domingo que se plantea dimitir. Habrá que esperar para ver las consecuencias de una debacle que finalmente ha dado la razón a los críticos de IU con la alianza: un sector encabezado a nivel regional por el onubense Pérez Tapias y que tuvo su máxima expresión con la salida de la vida política del exconcejal del Ayuntamiento capitalino Juan Manuel Arazola.

Mientras unos se van, otros llegan. Que se lo digan a Vox. La provincia no es ajena su irrupción en el panorama político. Así, si en 2015 le votaron 637 personas, el domingo la formación nacionalista recabó 17.573 papeletas de la ‘nada’, el 8% del electorado onubense.

Ni en los mejores augurios se planteaba que la formación de ultraderecha fuera a obtener un diputado, aunque lo cierto es que el acto público protagonizado por Abascal en La Merced durante la campaña fue, con creces, el más multitudinario de todos los celebrados por las formaciones. Unas 800 personas se dieron cita en la plaza al grito de “viva España”.

¿Hasta qué punto afectarán todas estas novedades al futuro de la provincia? Se abren las apuestas porque, visto lo visto, de poco sirven ya las encuestas en el convulso escenario actual.

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