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Investigación metalúrgica para optimizar el tratamiento del mineral

  • La compañía onubense MATSA ha apostado durante los últimos años por la inversión en innovación y mejora continua

Investigación metalúrgica para optimizar el tratamiento del mineral.

Investigación metalúrgica para optimizar el tratamiento del mineral.

La minería se ha erigido como una actividad esencial para el progreso de la sociedad, gracias a su papel fundamental en las cadenas de suministros de todo el mundo. A pesar de ello, esta industria depende en gran medida de la situación de los mercados internacionales para garantizar su futuro, pero, también, de la eficiencia y sostenibilidad de las propias empresas a la hora de buscar las mejores soluciones para sus procesos.Compañías como la onubense MATSA han apostado durante los últimos años por la inversión en innovación y mejora continua, una circunstancia que le ha permitido enfrentarse con solvencia a la incertidumbre provocada por la Covid-19. Buena parte de su éxito radica en las labores de investigación metalúrgica realizadas por la empresa para optimizar al máximo el funcionamiento de su planta de tratamiento de mineral, fundamentales a largo plazo para la rentabilidad de la operación.

Molienda fina, la solución a un problema complejo

Uno de los principales retos de la compañía fue encontrar una solución para que la explotación de los complejos minerales extraídos en sus minas fuera viable desde el punto de vista económico. Dicha complejidad derivaba, principalmente, de la alta diseminación que los minerales con interés comercial presentan en la matriz pirítica, dificultando su procesamiento. Como explica José Luis Vélez, gerente de Operaciones de Planta, “la solución fue consecuencia de las observaciones del desempeño del proceso por parte del equipo en las fases iniciales de procesamiento y consistió en la implementación de un sistema de molienda fina del mineral, poco común en otras plantas. Esto permitió una mayor liberación de todas las partículas y facilitó una recuperación más óptima en la etapa de flotación, que es el proceso físico-químico por el cual se obtienen los concentrados finales que se comercializan”.

Tecnología para ser más eficientes

Otro aspecto clave para rentabilizar el tratamiento del mineral en MATSA ha sido la implementación de las últimas tecnologías, entre las que se encuentra el Sistema de Control Avanzado en el circuito de molienda. La compañía quiso dar un paso más con la incorporación de un sistema de control basado en un modelo predictivo, siendo la primera planta de concentrados de minerales de Europa en hacerlo. Esta herramienta innovadora permitió prever con antelación el comportamiento del proceso de recuperación del mineral y así poder optimizar al máximo el rendimiento del circuito.Para comprenderlo mejor, Óscar Ponce, jefe de Metalurgia y Control de Procesos de MATSA, afirma que “antes de implementar el sistema predictivo de control, el funcionamiento era similar a conducir un coche mirando simplemente por el espejo retrovisor y, por tanto, corrigiendo la trayectoria una vez que se observa que nos estamos desviando; ahora, conducimos el coche mirando al frente, viendo las curvas y, por tanto, corrigiendo la trayectoria de una manera más suave y eficaz”. Esta innovación ha ofrecido resultados muy positivos con un incremento del 5% en el tonelaje de mineral tratado en la planta.

Manifiesto MATSA

Mejora continua para un mayor rendimiento

La filosofía de mejora de los procesos se aplica continuamente en el tratamiento del mineral, en busca de mayores rendimientos. Un ejemplo de ello se ha aplicado directamente a la fase de flotación, donde MATSA ha pasado de recuperar cobre y plomo en modo secuencial a hacerlo siguiendo un esquema global denominado bulk.Este nuevo sistema permite realizar la flotación del cobre y el plomo a la vez, puesto que ambos minerales funcionan de forma muy similar en este proceso. Según señala Vélez, “esto nos animó a buscar esquemas alternativos a la vía tradicional, realizando las pruebas y reformas necesarias para pasar a una flotación global, de tal modo que, en una primera etapa, recuperásemos el cobre-plomo de manera conjunta para, posteriormente, llevar a cabo etapas de separación de ese cobre-plomo y, finalmente, el enriquecimiento para cada uno de ellos”.De forma adicional, la compañía comenzó a aplicar al área de flotación conceptos poco habituales para minerales complejos, como pueden ser los llamados ‘scalper’ o ‘prelavados’. Estos sistemas permitían retirar del proceso de enriquecimiento habitual aquellos minerales que ya presentaban un grado de liberación alto y podían ser enviados al concentrado final sin perder calidad. De esta forma, se disminuía la masa total a procesar, aumentando la capacidad de flotación y mejorando los resultados.

Trabajador de MATSA. Trabajador de MATSA.

Trabajador de MATSA.

Destaca José Luis que “todas esta mejoras y modificaciones son fruto del proceso de madurez y experiencia alcanzando por el equipo y que ha permitido la optimización del proceso hasta la definición final de nuestro esquema de tratamiento”.

Recuperación de oro, un proyecto de futuro

Por otra parte, los continuos estudios mineralógicos y metalúrgicos realizados por MATSA mostraron la presencia de oro libre en los minerales extraídos de mina Magdalena, “algo muy poco frecuente en estos tipos de minerales complejos, donde el oro suele presentarse de forma refractaria”, asegura José Luis. Este hallazgo ha sido considerado por la compañía como una oportunidad de aumentar la rentabilidad de la operación, por lo que, en primer lugar, se llevaron a cabo numerosas investigaciones en el laboratorio para, posteriormente, iniciar una fase de pruebas piloto. Posteriormente, la compañía decidió construir una planta de recuperación de este mineral, que es ya una realidad, y se encuentra en estudio sobre la viabilidad final del proyecto.

Economía circular, una nueva línea abierta

En lo que respecta a las nuevas líneas de desarrollo en las que se está trabajando en la actualidad, destaca la apuesta por mejorar la Economía Circular. Para ello, se han abierto vías de colaboración con otras plantas que disponen de tecnologías de procesamiento diferentes a las de MATSA. “El objetivo es encontrar sinergias que permitan una mayor valorización de los estériles sobrantes del proceso de tratamiento de mineral”, ha señalado Vélez. También en esa línea, se está trabajando en colaboración con empresas de ingeniería de referencia en el sector, para analizar la viabilidad de implementar tecnologías que permitan un mayor aprovechamiento de estos residuos.