Desde que en 1999 el hospital Infanta Elena comenzara la cirugía bariátrica o de reducción de estómago, han sido operadas cerca de 60 personas que de este modo, han dado un paso prácticamente seguro para verse libres de la obesidad mórbida.

Se trata del único centro hospitalario de la provincia, que lleva a cabo este tipo de intervenciones. En estos momentos se encuentran en lista de espera ocho pacientes, de los que dos serán intervenidos durante esta primera quincena de mayo.

Una de las novedades es que desde el pasado mes de junio, el área de Cirugía ha incorporado la técnica por laparoscopia. Con este sistema ya se han efectuado seis intervenciones, en las que el paciente sólo ha permanecido ingresado 6 o 7 días. Esta nueva técnica presenta numerosas ventajas ya que reduce el período de hospitalización y evita las complicaciones derivadas de la herida quirúrgica que alcanzan al 50% de los intervenidos.

Desde el momento en que el paciente es derivado desde atención primaria o desde el especialista al Área de Endocrinología del Infanta Elena, hay un plazo que ronda unos 60 días hasta que el paciente es operado. En este proceso de espera debe incluirse de forma obligatoria, el período de 30 días aproximadamente, que el paciente debe someterse a una dieta elemental a base fundamentalmente, de líquidos con el fin de reducir el tamaño del hígado que, en pacientes de este tipo, suele estar hipertrofiado.

De este modo, una vez que la persona lo solicita, bien a su médico de familia, bien a su especialista y es remitido directamente al servicio de Endocrinología, se le realiza una valoración. Así, se efectúa un estudio clínico del paciente, se refieren sus hábitos de alimentación, se calcula su Índice de Masa Corporal y se le realizan analíticas completas para conocer su estado de salud general.

En el transcurso de esas visitas al Servicio debe quedar probado que ha realizado diferentes tratamientos médico-dietéticos en seguimiento con facultativos sin que hayan resultado eficaces y, sobre todo, que el paciente comprende perfectamente que una vez se realice la intervención, deberá llevar un ritmo de vida y hábitos alimenticios que la ayudarán a perder peso.

Después será estudiado por Salud Mental. Se valorará que no cuente con ningún tipo de enfermedad mental y que está firmemente convencido de la necesidad de la intervención. Tras el segundo examen, el paciente es derivado al servicio de Cirugía, en el que se realiza un estudio radiodiagnóstico de su aparato digestivo y planificar detalladamente la intervención.

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