El Sindicato de Enfermería Satse ha levantado la voz de alarma ante la precariedad de personal que, según ha señalado, está afectando al Hospital Infanta Elena y máxime en época de alta frecuentación como es la actual.De acuerdo con los datos que cuenta este sindicato, en estos momentos existen de baja 50 profesionales adscritos a dicha división de Enfermería.

Más concretamente respecto a las bajas de 15 enfermeros, tan solo se ha realizado un contrato. Desde Satse se insiste en que esta situación se da en unos momentos de alta frecuentación y contrasta lo que padece Enfermería con otras categorías profesionales como pueden ser los médicos. De este modo, el presidente de Satse-Huelva, Antonio Botello indicó que “nos alegramos de la preocupación de la gerente por cubrir todos los puestos de facultativos, pero para cubrir enfermeros tan solo tiene que recurrir a la Bolsa y no le hace falta realizar ningún tipo de convocatorias”.

Quizá la situación más delicada en el hospital se esté viviendo en la UCI. Tanto es así que los profesionales de Enfermería ha realizado un comunicado de riesgo psicosocial por sobrecarga laboral y por estrés que ha sido enviado a la Unidad de Prevención de Riesgo Laboral para advertir de las condiciones en las que tienen que desempeñar su tarea. En la actualidad, el estado en el que se encuentra la UCI es el siguiente: hay dos pacientes hemofiltrados que requieren cada uno de ellos, de la atención de un enfermero en dedicación exclusiva. Junto a ellos hay 5 intubados y una paciente de obesidad mórbida.

Todos estos usuarios han de ser atendidos por tan solo 3 enfermeros cuando se requeriría un mínimo de 5 lo que en estos momentos no es posible debido a que un par de ellas se encuentran de baja y no han sido sustituidas.Otro punto caliente, a juicio de Antonio Botello, se encuentra en el ala 2ª izquierda. Este es un lugar, explicó el presidente de Satse-Huelva, que acoge a 32 pacientes correspondientes a seis distintas especialidades. Esto supone que hay seis distintos protocolos de atención para un ala de una enorme dinámica de altas y bajas. Para todo ello hay tres enfermeros por la mañana y dos por la tarde, sin haberse contratado a ningún profesional más dentro de los planes incluidos en el Plan de Alta Frecuentación que se puso en marcha el pasado mes de diciembre.

La precariedad se refleja en otros aspectos. Ese es el caso de los días que se les debe a las enfermeras y que “cuando la dirección se los da para que no reclamen posteriormente el cobro de horas extra, no cubren tampoco esos días en que los profesionales cogen”.El estiramiento de la escasa plantilla tiene otros ejemplos. El enfermero que en un primer momento, se destinó a la Unidad del Dolor ha sido derivado a otros cometidos. En su lugar, se utiliza a uno que desempeña habitualmente su labor en quirófanos pero que va a la unidad cuando se le es requerido. Por otro lado, se están suspendiendo intervenciones quirúrgicas en sesión matutina, para dar paso a las de Cirugía Mayor Ambulatoria con lo que es más sencillo contar con disponibilidad de camas.

Asimismo, Antonio Botello se pregunta si los mensajes de los dos hospitales de la capital insisten en el hecho de que hay camas disponibles peses a estar en enero, por qué hubo el traslado de cuatro pacientes desde el Juan Ramón Jiménez al Infanta Elena, en la madrugada del miércoles.