Izquierda Unida pide al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y al Ministerio de Fomento que, mientras no se completa la cesión de la edificación al Ayuntamiento de Huelva, pongan en marcha las medidas oportunas para que la antigua estación de trenes no se deteriore, “para evitar la ruina y el mayor abandono del edificio”, apuntó la portavoz de IU en el Ayuntamiento de Huelva, Mónica Rossi.

Recordó que hace menos de un año que no está operativo este edificio, que está siendo objeto de actos vandálicos , tal y como denunció Huelva Información el pasado miércoles. La portavoz del grupo municipal señaló que esta construcción al igual que otras que hay en la capital onubense, como la antigua cárcel, el Colegio de Ferroviarios, el Mercado de Santa Fe, Villa Rosa y otros sitios singulares, "no pueden seguir estando en ese abandono institucional que las administraciones públicas, que han estado gobernando a nivel estatal, autonómica y municipal, los han llevado”.

Rossi indicó que no quieren que la antigua estación de Renfe pase a “incrementar esa lista negra de esos edificios singulares abandonados por parte de las administraciones públicas, que están en un estado ruinoso y que forman parte del patrimonio histórico de la ciudad y requieren la máxima protección y la máxima puesta en valor”.

De ahí que Izquierda Unida pedirá a la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva y al Ayuntamiento de la capital onubense "que actúen, en la medida de su competencia, para proteger a esta edificación frente a los actos vandálicos”.

 También presentarán una moción en el próximo Pleno de la Diputación Provincial para que el organismo supramunicipal inste a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía a iniciar el expediente de Bien de Interés Cultural (BIC) para esta construcción del siglo XIX.

Subrayó que es un edificio singular de la ciudad “y recoge los elementos fundamentales para que cumpla los requisitos de la Ley 14/2007 de Protección del Patrimonio Histórico Andaluz”.

Se pretende que el inmueble se convierta en un Bien de Interés Cultural y, “por tanto, tener toda la protección que garantiza tener esa categoría”.