Huelva

La Hermandad de la Redención no tiene fecha para dejar las Agustinas

  • La cofradía está pendiente de vender el local de su oratorio para adquirir un solar donde poder levantar una capilla

En las Agustinas se está bien. Sin duda que es uno de los mejores lugares para tener sede cofrade. Es hermosa, se respira paz, hay mucha ternura y presencia real de Dios en lo que ofrecen las Madres Agustinas. A todos les ha seducido, la Agustiniana Hermandad de la Buena Muerte es la que tiene la suerte de estar acogida canónicamente, porque la historia la ha situado en lugar de origen, en un camino largo y con final feliz. Otros estuvieron aquí provisionalmente, gracias a la permanente generosidad de las Madres Agustinas en su cercanía con Huelva, muestra de ese compromiso es que su puerta ha estado abierta siempre. Allí estuvo la Esperanza y también la Hermandad de la Misericordia durante largos años.

Desde la pasada Cuaresma está acogida la Hermandad de la Redención, aquí permanecen sus imágenes con el mismo cariño de siempre de las Madres Agustinas, que removieron altares para dar buen lugar una vez más a quienes llaman a su casa, dando en todo momento ejemplo de generosidad.

En la Hermandad de la Redención tienen a todos acostumbrados a muchos cambios, desde la barriada de la Navidad al Huerto Paco, a su iglesia de Cristo Sacerdote, un lugar donde llegan con la idea contribuir a cambiar el local comercial donde se tiene el culto al templo que necesita la parroquia. Se bendijo el Señor en el Asilo de Ancianos, luego apareció la generosidad de la Hermandad del Rocío desde donde pueden hacer estación de penitencia y consiguen el objetivo de quedar integrada en la nómina de las cofradías, en el Domingo de Ramos.

Las lluvias del pasado invierno obligaron a la hermandad a buscar refugio en las Agustinas; según se dijo el oratorio donde reciben culto sus imágenes en la calle Miguel de Unamuno, estaba haciendo aguas. Es, por tanto, que acuden al auxilio de las Madres Agustinas. De ahí salió el Señor de la Preciosísima Sangre, en una procesión con la máxima expectación, en la que puso la hermandad todo empeño por sorprender, es la ilusión de estar en el centro. Lo que va de la calle Miguel de Unamuno a la plaza de las Monjas es mucho.

En su día se rondó el nuevo barrio de Pescadería, por aquello de la cofradía portuaria, pero no quedó en nada. Estando ahora en la plaza de las Monjas subió el interés por el centro, pero la salida el Domingo de Ramos desde las Agustinas se hace imposible porque allí están los dos pasos de la Buena Muerte. Después de mirar a su alrededor no consiguen templo y vuelven a la capilla de la Hermandad del Rocío para su salida.

En las Agustinas han celebrado cultos, los últimos esta semana a la Virgen de los Desamparados. Ahora parece que la estancia en las Agustinas va para largo, al menos así lo manifiesta el hermano mayor, Agustín Cruzado. Están pendiente de vender el local que tienen como oratorio ya que desde ahí no ha posibilidad de que salga la cofradía. Están viendo varios solares pero no hay nada definido hasta el momento.

Agustín Cruzado es consciente de que el proyecto es difícil en estos momentos de crisis, "al menos para vender el local, que es lo primero que tenemos que hacer para adquirir un nuevo solar". Al mismo tiempo señala que es una necesidad para la cofradía, "no siempre podemos estar pidiendo el favor a la Hermandad del Rocío".

Otro de los problemas con los que dicen que se enfrentan es que miran en el Huerto Paco "y aquí hay pocos solares y los que encontramos son muy caros". En cuanto a la posibilidad de los terrenos en esta barriada de los que en su día se habló para construir una parroquia, Agustín Cruzado dice que todo eso depende de la negociación en el PGOU y es difícil y complicado". Así que como asegura esto va para largo.

Mientras tanto, en las Agustinas se está muy bien.

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