El Museo Vázquez Díaz de Nerva expone hasta final de septiembre la muestra Three artists from España, en la que participan los pintores Mario León, Juan Barba y Jesús del Toro, tras su exitoso paso por la localidad australiana de Broken Hill, gracias al patrocinio de la empresa encargada de reactivar la mina de Riotinto, Emed Tartessus, y su alianza cultural entre localidades de distintos países.

Al acto de inauguración, en el que estuvieron presentes el alcalde de Nerva, Domingo Domínguez y el concejal de Cultura, Juan Carlos Domínguez, asistieron los dos artistas nervenses que participan en el proyecto, Juan Barba y Mario León, que disculparon al zalameño Del Toro por encontrarse de viaje y no poder estar presente en el acto.

Para el crítico de arte Juan Fernández Lacomba se trata de tres creadores que representan tres actitudes diferentes: "Tres personalidades dedicadas a la práctica artística que han decidido asentarse y vivir en ese escenario: un paisaje geológico, descarnado, con una sociología entre pionera y esencial, donde lo vital se reduce a un romanticismo de lo fundamental, frente a lo conspicuo o alineante que puedan aportar la vida en las ciudades modernas".

Según comentó el experto, esto es "un indicio más de que el arte, a pesar de tradicionalmente estar transmitido y germinado en el intercambio urbano y recambiado por el relevo de las sucesivas generaciones, también ha gozado de posiciones de distanciamiento o, al menos, no convencionales".

Mario León es el artista decano de la Sierra de Huelva. Pintor de sinfonías cromáticas y cultivador de un pseudo abstraccionismo lírico, pero de incuestionables referencias a figuras y lugares. Explorador de armonías y texturas de la materia, siempre traducidas en el plano de lo pictórico, cultivó un tiempo reinterpretaciones cromáticas de grandes obras maestras.

Jesús del Toro, formado en el contexto de la capital sevillana, es un artista de aluvión: de evidente fortaleza en sus decisiones y propuestas artísticas. Iniciado en el ardor figurativo de los años en que la relectura clásica de ciertos mitos fueron reactivados dentro de la fiebre postmoderna de los ochenta. Más tarde fue evolucionado hacia un expresionismo convulsivo y grafista, cuyas obras eran entendidas, desde su particular óptica como "ejercicios de libertad".

Juan Barba marca su producción pictórica de los años 80 en un acercamiento hacia la identificación con el paisaje de la Cuenca Minera en particular, y serrano en general, atraído por los alrededores de Río Tinto y Nerva.

Lacomba aseguró que la pintura de estos tres artistas viene a constituir un testimonio de resistencia y de perseverancia en un lenguaje: el pictórico, con sus luces y sus sombras, pero,en el que indudablemente, existe un compromiso artístico y local. "Artistas, por otra parte, resistentes, entre expresionismos y miradas individualizadas -apunta- frente a conceptualismos y a la tan cacareada y desgastada consigna de la muerte de la pintura".

Tres artistas conscientes de su localización: la zona minera de Riotinto. "Tres creadores que no hacen ascos a la posibilidad de identificarse con una gran cultura y un fantástico pasaje: las que les ha tocado por nacimiento y por elección; sin por ello dejar de sentirse pintores", concluyó el crítico de arte.