EL exceso de nitratos es, desde hace unas décadas, uno de los principales problemas de la agricultura y ganadería, ya que su mal uso puede tener efectos nocivos en el medio ambiente y la salud. Por ello, desde hace unos meses, la Comunidad de Regantes El Fresno, ubicada en Moguer, y que suministra agua superficial a los agricultores de los municipios de Moguer, Lucena del Puerto y Bonares, está estudiando en qué punto están los niveles de nitratos en el entorno para reducir los niveles de los mismos y poder implantar así una nueva metodología de trabajo a sus agricultores. El Condado es así pionero en la nueva cultura de “nitrogenar”.

En una reunión con técnicos del sector y agricultores, el presidente de la Comunidad de Regantes, Ángel Gorostidi, ha explicado que “queremos ver cómo estamos y, partiendo de ahí, poder implantar en el sector agrícola una nueva forma de trabajar”. Para hacerlo posible, la comunidad trabaja con una empresa especializada, que ya cuenta con 400 equipos instalados en toda la provincia para medir y controlar los niveles de nitratos, siendo estos sensores de los propios agricultores, “lo que demuestra que estamos mentalizados en hacerlo bien”.

Comunidad de regantes.

La metodología de trabajo conlleva que las sondas instaladas midan los valores de nitratos y potasa continuamente, junto a las mediciones que ya se realizan para ser 100 % eficientes en la forma de regar. Además, de tomar muestras en la tierra a diferentes niveles de suelo, también se realizan analíticas en la savia para determinar las necesidades reales de la planta. Todos estos valores se grafican, “nos permiten ver cómo estamos, y reaccionar a los datos”. Con esta iniciativa, el sector busca cuidar aún más el entorno y formar a técnicos y a agricultores en el buen uso del agua y de los abonados, “en la que ya somos pioneros. La formación es esencial”.

Fotovoltaica en el 100 % de sus estaciones de bombeo de agua

Otro de los pilares de la comunidad de regantes El Fresno es la apuesta por la energía verde. Actualmente, ya cuenta con una planta fotovoltaica a pleno rendimiento en su estación de bombeo de Malvinas (Moguer), que le permite regar con energía renovable unas 700 hectáreas de cultivo. Además, está a punto de inaugurar una segunda, en Valdemaría (Moguer), de la que se beneficiará una parte importante de los agricultores de la comunidad.

El objetivo del Fresno, y el Fresno Guadalquivir, es que, al cierre del año actual, todas sus estaciones de bombeo cuenten con plantas fotovoltaicas, reduciendo así su impacto en el entorno, reduciendo la emisión de CO2, apostando por la energía del sol, y su dependencia de la electricidad. Para lograrlo, ya se ha adjudicado la construcción de otra planta fotovoltaica en la balsa de Lucena del Puerto, que se construyó para hacer posible el trasvase entre cuencas (Tinto, Odiel y Piedras y el Guadalquivir), así como en los próximos meses se finalizará la redacción de otros proyectos que significarán la utilización de energía renovable en el 100 % de todas las estaciones.

“Es un paso más en la eficiencia y sostenibilidad del riego, además de un ahorro en los consumos eléctricos que asumen los agricultores”, explica la comunidad.