-¿En la visita ad limina ha tenido ocasión de saber si el papa Francisco conoce la realidad cofrade?

-Sí, muy bien, valora la piedad popular, como se puede ver en todos sus documentos. Conoce más la expresión latinoamericana, de España también pero menos del sur. Pide cercanía a esta realidad e inyectarle sabia evangélica.

-¿Pero saben las cofradías lo que el papa les está pidiendo?

-En el encuentro con las cofradías del pasado año tuvo una homilía sencilla en la que daba las claves, la autenticidad, la eclesialidad y el ardor misionero. Hemos hecho llegar a las hermandades ese mensaje para que vaya calando. Junto está un texto más amplio, que es la Alegría del evangelio, que marca también las pautas a seguir por la piedad popular.

-Habrá asamblea en mayo de las hermandades. ¿Qué espera de este encuentro?

-Será con varios ponentes de la casa. Además se ha invitado al cardenal emérito Carlos Amigo, así como a un médico cofrade de Zaragoza, conocedor del tema y de la caridad; nos pareció que tenía una fuerza grande para exponer cómo plantear hoy una hermandad. Se está elaborando un programa que aporte mucha luz para afrontar el tema de las hermandades cara al desafío de la Iglesia en este tercer milenio.

-¿Cuándo habrá nuevas normas diocesanas de hermandades?

-Todos los documentos de normativas tienen un proceso lento, intervienen muchas partes; esperamos que esté para final de este curso.

-¿Por qué hay dispensas? ¿No se está dando un mal uso a los estatutos?

-Las dispensas están en el Código de Derecho Canónico. Es difícil atrapar todo en unas normas, son cauces, líneas de acción. Cuando las publicamos es para que todos nos sintamos que debemos cumplirlas, para crecer juntos y armónicamente. Hay circunstancias difíciles de incluir en un marco. El equilibrio en las excepciones es que estén justificadas, que no sea la dispensa arbitraria.

-Se habló de una normativa para coronaciones y efemérides cofrades. ¿Qué hay de esto?

-No está elaborada. Todo depende de orientaciones generales que preparamos. Las normas ayudan pero, ¿más normas necesitamos? Hay mucha tarea que hacer en la vida ordinaria, hay otras realidades que urgen más.

-¿Qué fruto está teniendo los cursos de formación cofrade?

-Lo primero es valorar que haya curso de formación para responsables de hermandades y cofradías, pero especialmente porque hay una buena participación. Se abre un buen camino para la solidez y consistencia de las hermandades.

-¿Se está secularizando la Cuaresma con tanta idea turística?

-Puede ocurrir, en algunos lugares de España la Semana Santa en la calle no se nota. En Huelva sí me parece que hace un tiempo había una corriente cultural-turística; ahora veo una preocupación por la Semana Santa que responde a lo que es, descubriendo su fundamento, que es la liturgia de la vida de la Iglesia, aunque queda mucho por hacer. Estoy viendo que se crece más en la esencia y no se queda en el folclore. Los riesgos están, pero también las posibilidades.

-Y las hermandades, en su esencia y su forma, ¿se están secularizando?

-En los últimos años crece la sensibilidad por ayudar a los necesitados, iniciativas que se suman a algunas planteadas, como el Hogar Oasis. La sensibilidad aumenta; no es de modo coyuntural por la crisis sino por la identidad de la hermandad.

-¿Qué invitación para esta Semana Santa que comienza?

-Es que toque el corazón, que se abrace al amor, al evangelio con Jesucristo; es la clave para desarrollar la vida cristiana. Un encuentro con la celebración en la calle y viviendo el triduo pascual y la vigilia. Convertir en oración lo que vemos en la calle. Encontremos a Cristo en las personas necesitadas, en los enfermos.