Nos encontramos desde hace años en una nueva realidad, en la que la globalización marca la pauta en todo el planeta. Todas las zonas del globo están interconectadas en tiempo real, estableciendo cada minuto operaciones comerciales entre diferentes naciones con culturas muy diversas.

Todas estas interrelaciones han hecho que cada vez las empresas estén menos focalizadas en un único lugar, siendo la expansión una de sus principales características. Esta es una de las razones, por la que las compañías cada vez necesitan perfiles de trabajadores con conocimientos de idiomas al más alto nivel. No solo las nuevas incorporaciones deben tener en su perfil varios idiomas para su utilización, sino que también en muchos de los casos del capital humano más experimentado también debe reciclarse y cumplir con las exigencias que les pide su empresa en términos de idiomas.

A todos estos individuos, se deben sumar las nuevas generaciones que buscan su primera oportunidad laboral y necesitan tener un curriculum a la altura que les permita luchar con la competitividad feroz existente en el mercado en estos momentos. Por todo ello, las plataformas de aprendizaje online de idiomas han experimentado en la última década un aumento en su demanda, lo que permite vislumbrar la necesidad de millones de personas por ampliar sus conocimientos.

Con todas estas premisas, es lógico pensar también en un cambio de modelo de negocio en el mercado de los idiomas. Esta transformación se ha visto acrecentada por la pandemia por el Covid 19. La presencialidad en la enseñanza poco a poco va dejando una gran cuota de mercado a la opción interactiva, que conjuga múltiples ventajas para todos los agentes involucrados en esta actividad vital para el progreso de una sociedad.

Se ha demostrado que este tipo de educación 2.0 otorga los mismos resultados al alumno que la mecánica tradicional. No se debe pasar por alto la libertad que otorga este método a la persona que quiere ampliar sus conocimientos. Un plan a su medida para recibir las clases, en cuanto horario, otorga una flexibilidad no vista antes en la impartición de idiomas.

Es indudable que el poder que aportan las nuevas tecnologías a la sociedad ha hecho cambiar muchos hábitos que se tenían interiorizados como inalterables. No solo la educación, sino también todo lo relacionado con el ámbito laboral. Como se ha demostrado en este último año, el teletrabajo no será una opción, sino más bien una obligación que deben incorporar las empresas a sus procesos productivos y que ayudará también a la sostenibilidad del planeta. La presencialidad en muchos casos tiene las horas contadas, puesto que la inmediatez y fiabilidad que aportan las nuevas tecnologías hacen que el cambio de modelo sea una realidad.