Qué la Virgen de la Cinta levanta pasiones en Huelva no es nada nuevo. Es la respuesta a toda una vida de devoción, a una tradición de siglos que nace en El Conquero y se extiende por toda la ciudad. Pero esas pasiones se han desatado de una manera muy especial en el barrio de la Merced, donde hay vecinos que están recogiendo firmas para que la Patrona de Huelva vuelva a la catedral para celebrar su novena anual. Mientras otros onubenses han emprendido la recogida de firmas para que la Virgen de la Cinta continúe como en estos últimos años, celebrándola en la parroquia de la Purísima Concepción. Las razones, pues una que es la catedral y la otra que está en el centro de la ciudad.

Pero lo que aquí se olvida es la existencia de una hermandad que es la que históricamente desde hace más de cinco siglos gobierna los destinos de esta devoción, que es la que tiene por estatutos encomendado los cultos a la Patrona primero en su santuario y su novena que se viene celebrando fuera de este, aunque no siempre se buscó otro templo. Es una cuestión que no pasa desapercibida, lo mismo que tampoco que es una devoción que se sustenta en el pueblo de Huelva, el mismo que tiene la oportunidad de hacerse hermano y pronunciarse en su asamblea general.

Lo cierto que la presencia de la Patrona de Huelva en una parroquia es algo que mueve muy especialmente el interés pastoral y es que la presencia de la Virgen de la Cinta desde el tercer domingo de agosto hasta el 8 de septiembre, son muchos días que dan tiempo para darle un impulso al templo. Sólo hay que pensar que permanece casi abierto todo el día, los cultos que se incrementan, las bodas que se celebran y la generosidad de la Hermandad de la Cinta en su ofrenda económica al templo en cuestión; porque la Virgen mueve algo más que el espíritu de los onubenses. Este amor que se desata por un templo u otro habría que verlo en la dimensión de toda la ciudad, de cómo la Virgen de la Cinta es siempre bien recibida en cada una las parroquias de Huelva, especialmente en tiempos de evangelización. También hay quien puede proponer que esté en su barrio. Lo cierto que ahora que se inicia un plan cuatrienal destinado a revitalizar las parroquias la presencia en ellas de la Virgen de la Cinta podría ser clave quedando a un lado el capitalizar su novena en un templo u otro.

Hay que recordar que los cultos de la novena han variado de lugar, desde su propio santuario, donde se podría volver a celebrar abriendo sus puertas en su amplio patio. Pero igualmente en la parroquia de San Pedro, a la que pertenecía el santuario y muchos vecinos del barrio han deseado que vuelva aquí su novena, siempre multitudinaria. Sin embargo, creada la Diócesis y don Pedro Cantero con su vista tan larga se llevó estos cultos a un templo que se convertía en Catedral. La historia, igualmente, le ha llevado hasta la Concepción en muchas ocasiones. Pero ahora que hay disputas, la pregunta es por qué no descentralizar, hay quienes se imaginan una novena en el Corazón de Jesús o su vuelta a San Pedro. Seguro que una fiesta añadida.

Pero, sin duda, todo pasa por su hermandad y su junta que entiende que la Concepción facilita la cercanía de los fieles y posibilita la procesión solemne, sin olvidar que la función principal y los actos del día 8 se mantiene en la Catedral, como la salida de su traslado popular; otra cosa es la ofrenda floral, que bien merece algunos cambios.