Fallece en Paraguay, a los 93 años de edad, el jesuita Paco Oliva. El religioso dedicó toda su vida a trabajar por los más débiles, una extensa e incansable labor, dirigida en parte a los más jóvenes como proyecto de futuro, que desarrolló fundamentalmente en países de Latinoamérica. En su paso por Huelva, donde estuvo una década, dejó una honda huella.

Paco Oliva, que fue colaborador de Huelva Información, conoció en Latinoamérica todo tipo de dictadura. Comenzó su periplo por el continente americano en Brasil, con la dictadura de Castelo Branco, de ahí pasó, en 1964 a Paraguay, con Stroessner, y a Argentina, donde vivió la dictadura la militar, tras ser expulsado de Paraguay.

Estuvo también unos años en Ecuador y se instaló en Nicaragua, donde permaneció siete años, pero se quedó sin diócesis y volvió a España en 1986 y decidió regresar a Huelva, ciudad que consideraba su refugio, donde comenzó a trabajar con los jóvenes. A Paraguay retornó en 1996. Allí puso en marcha el proyecto de Parlamento joven.

Creía que valía la pena seguir luchando en Latinoamérica “porque está todo por hacer, en ebullición, hay que dar esperanza real de cosas posibles”.

La gran labor desarrollada por Paco Oliva le llevó a ser propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz. Se consideraba de izquierdas y durante toda su vida mantuvo su firme compromiso con los más necesitados y la defensa de los derechos humanos. Descanse en paz.