Huelva de ayer a hoy

De las Escuelas Municipales de la Esperanza a la senda del Rey Argantonio

Es un sendero muy particular, unía la cuesta del Magdaleno con la calleja de Montrocal. Uno de los caminos habituales que corría por la ladera del cabezo. La fotografía marca ese espacio llano de las laderas del cabezo de la Horca y de la Esperanza desde donde se realizó la toma.

Muestra una gran amplitud de terrenos que tiene como límite las traseras de las calles del Barrio de San Sebastián. Si se adentra uno en la fotografía de Roisin se puede ver desde la parroquia de San Pedro, en el extremo derecho, y por el horizonte toda la ría con sus muelles y grandes buques fondeados en ellas, más cercano en el otro extremo se puede distinguir el edificio del hotel París, con su clásica cúpula rematada con una bola y cerca los tejados del convento de las Madres Agustinas junto a ello en un primer término de la fotografía, las Escuelas Municipales de la Esperanza.

Se encontraban en el llamado Huerto de la Esperanza, que se convirtió con el tiempo en una escuela, tras la donación de los terrenos por parte de la Rio Tinto Compani Limited. Una escuela que tuvo otras funciones muy distintas.

Las obras se inauguraron en 1911, aunque todavía seguirían algunos años más. Las escuelas pasaron a llamarse de Agustín Moreno y Márquez, pedagogo y periodista local, que entonces estaba jubilado. Resultó un caso muy singular, pues se llevaron cerradas durante muchos años antes de que comenzara su actividad educativa que no comienza hasta 1918, después de unas reparaciones.

Unas naves que se van a convertir en casa de acogida para las mujeres e hijos de los huelguistas de las minas de Riotinto, en 1920.

Luego fue la Guerra de África la que evitará su apertura como escuelas ya que acoge a los heridos.Posteriormente se dedicará a su fin originario de escuelas.

Mientras que a raíz de la guerra civil de 1936 las naves son utilizadas como cuartel, finalizada la misma pasó a su uso inicial. A partir de 1947 hay varias ampliaciones de las escuelas, hasta que hace algo más de medio siglo, el 19 de febrero de 1969, se procede al derribo de las mismas y a destinar lo como zona de esparcimiento, creando aquí el actual Parque de la Esperanza.

Es un cabezo que siempre tuvo las miradas pendientes de la ciudad, pues es el que la abrigaba tras el hecho de que la población buscara la Ría, dejando la zona alta por su complicada orografía.

Un lugar que será colonizado por grandes bloques de viviendas.

Un espacio baldío

Es una visión de la trama urbana en el siglo XX hasta los años sesenta. Un gran espacio que parece como reclamar que la ciudad se expanda por aquí, aunque se perderán los encantos más tradicionales. Unas casa del ayer en la línea de la calle San Sebastián.La senda lo marca todo, une las dos callejas y hoy pasa a llamarse del rey Argantonio, evocando a los tartesio de estos cabezos.

De los Tres Reyes

Aquel gran espacio de la foto superior servirá como expansión de la ciudad que irá cubriendo zonas libres que se conectará más tarde con otros barrios. Aquí se instalan los primeros grandes bloques de altura que en los años setenta se levantan en la ciudad. Los clásicos, entre otros, como Horizonte, Apolo y los Tres Reyes, aunque solo se levantaron dos. Que vienen a dominar una atalaya estratégica del entramado urbano.

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