Es la Hermandad Matriz de Almonte la que encabeza estos actos, que convoca las hermandades rocieras de Huelva y Emigrantes bajo el lema de un Rocío de Amor y Caridad.

Con la llegada del Simpecado de Nuestra Señora del Rocío de Almonte a la Santa Iglesia Catedral de Huelva, a la hora del Ángelus, quedaba todo preparado para vivir dos grandes jornadas rocieras en Huelva. La estancia en la Catedral del Simpecado de Almonte es un hecho para la historia de la devoción rociera, al ser la primera vez que se encuentra en estas naves del primer templo de la Diócesis.

Las hermandades rocieras, acogidas en la Catedral, así como en las parroquias de San Pedro, Sagrado Corazón de Jesús, San Sebastián y Estrella del Mar se dirigieron procesionalmente hasta la parroquia de la Purísima Concepción.

Llegada de los simpecado de Huelva,Emigrantes y Almonte a La Concepción

En este templo, presidido por una réplica de Nuestra Señora del Rocío, comienzan los actos del Encuentro de Hermandades Rocieras con el rosario glorioso, que recorre las calles del centro. Con rezo de los misterios en

El alcalde Gabriel Cruz portando el Simpecado de Almonte

calle Palacio, en el altar instalado por la Hermandad de la Victoria; calle Rábida, en el montado por el Calvario; en La Paz, por la Oración en el Huerto; en la Esperanza, por esta hermandad; y en las Hermanas de la Cruz, por la de La Cinta.

Culmina el rosario en el Monumento a la Virgen del Rocío, en El Punto. Aquí se rezan las letanías, con oración del obispo de Huelva, José Vilaplana, y Salve.

La comitiva emprende aquí su recorrido de vuelta en un traslado popular por calles especialmente adornadas, hasta la Casa de la Hermandad de Huelva, donde hay una velada benéfica rociera.

Desde aquí se dirigirán al día siguiente a la rotonda de San Juan Pablo II, en donde tendrá lugar el acto eucarístico central y posterior procesión de los simpecados en sus carretas.