Huelva

Emigrantes se vuelca en su peregrinación más agridulce para venerar a la Blanca Paloma

  • Una comitiva de más de 150 personas enfila hasta la parroquia de la Asunción de Almonte donde mora, como cada siete años, la Virgen del Rocío

  • La pérdida de Eduardo Fernández marca la cita extraordinaria

Sensaciones encontradas en la jornada de ayer en Almonte, donde los hermanos y devotos de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Emigrantes celebraron su peregrinación extraordinaria para presentar sus respetos a la Blanca Paloma, que en esta ocasión y como cada siete años, se encuentra en la localidad condal, reinando para su pueblo y para todos sus fieles.

La alegría de celebrar esta fiesta se mezcló con la tristeza por la pérdida hace una semana del presidente de la hermandad, Eduardo Fernández Jurado, onubense rociero y figura imprescindible en la sociedad de Huelva que, sin embargo, fue recordado por los peregrinos con cariño y con el total convencimiento de que “desde el cielo” estuvo participando de la cita de todos los años.

La hermandad de las flores hizo gala de su sobrenombre y los ramos que portaban niños y mayores infundían a la comitiva de un colorido único, armonizado por la treintena de tamborileros de la escuela de la hermandad que abría el cortejo con sus notas musicales, donde el himno del Centenario de la Coronación de la Virgen inundó en más de una ocasión las calles almonteñas.

En esta ocasión, el cortejo --del que también formaron parte otras hermandades rocieras de Huelva y Andalucía y las catalanas de Sabadell y Cornellá-- partió de la ermita de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo del municipio, ya que la peregrinación andando desde Huelva se suspende hasta el próximo mes de febrero, debido al fallecimiento del presidente de la hermandad. Igualmente, el almuerzo que se solía llevar a cabo tras la peregrinación en la casa hermandad del Rocío también se suspendió como forma de honrar la memoria del insigne doctor, que también fue Medalla de Oro de Huelva.

El hermano mayor de Emigrantes, José Antonio Ruiz, indicó a este diario que a pesar de los días tristes en los que se hallan inmersos tras el reciente fallecimiento del que era su amigo, estaba convencido de que en el día de ayer la Virgen del Rocío “más que nunca está con Eduardo Fernández Jurado y con la Hermandad de Emigrantes”, además de enfatizar que la Virgen ha acogido bajo su manto al “presidente eterno” de su hermandad, el cual estaba “seguro disfrutando mucho desde el cielo por la peregrinación”.

También tuvo palabras para el recuerdo el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que hizo hueco en medio de la jornada electoral para acompañar a la hermandad onubense, en un acto que para el primer edil “es un honor, un orgullo y un placer” poder realizar, tal y como dijo a Huelva Información, sobre todo en un año “tristemente especial” tras la muerte de “un onubense de pro y amigo” como Fernández Jurado. Cruz quiso trasladar con su presencia “el cariño, el respeto y el apoyo de la ciudad de Huelva por la Hermandad de los Emigrantes”, que tiene “unas características muy especiales por sus propios orígenes lejos de España”.

La comitiva partió a las 12 del mediodía de la ermita de Nuestro Padre Jesús Cautivo, en el Barrio Obrero de Almonte, y llegó pasadas las 13:00 a la parroquia de la Asunción rodeada de almonteños y una gran cantidad de turistas que paseaban por el centro del pueblo descubriendo la localidad y las peculiaridades de la devoción rociera, como los llegados de Almería, cuya hermandad del Rocío también hacía la peregrinación en el día de ayer, o del norte de España. Era la primera vez que se planteó salir de esta ermita debido a que no se hacía el camino andando desde Huelva. El hermano mayor de Emigrantes dijo estar muy agradecido por la ayuda y la colaboración prestada por parte de la cofradía local que cedió su espacio para permitir salir de allí a los rocieros.

En la parroquia se vivieron momentos emotivos cuando el obispo de Huelva, José Vilaplana, recordó al comienzo de la misa la ausencia del doctor Eduardo Fernández Jurado y donde los sones del coro de la hermandad de Emigrantes pusieron la nota musical ante una iglesia llena que no quiso perderse la eucaristía.

Una peregrinación que se vivió de forma especial también por coincidir en jornada electoral, y que contó con menos representación oficial debido a este hecho, sin que por ello se menoscabara el esplendor de la fiesta, cuyo carácter familiar imperó ayer durante todo el día, donde los más pequeños vivieron emocionados el momento procurando que su ramo llegara en perfectas condiciones ante los pies de la Blanca Paloma, para así ofrecer su signo de amor y devoción ante la Madre de Dios.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios