Huelva

La delegación Diocesana pide a las hermandades que sigan contribuyendo al sostenimiento de la casa de Cáritas ‘Santa María de los Milagros’

  • Es el único recurso social de la provincia que ofrece a las personas sin hogar un lugar donde recuperarse tras sufrir alguna enfermedad

Usuarios de la casa de Cáritas ‘Santa María de los Milagros’

Usuarios de la casa de Cáritas ‘Santa María de los Milagros’ / H.I.

La Delegación Diocesana para las Hermandades ha puesto en marcha, por tercer año consecutivo, la campaña de financiación de la Casa Santa María de los Milagros, de Cáritas Diocesana, y lo hace en nombre del obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, que en su carta de felicitación navideña a las hermandades ha expresado que «en el Hogar Santa María están los pobres más pobres”. De este modo, ha pedido a las hermandades que sigan apoyando esta obra que atiende a personas sin hogar o sin soporte familiar y que atraviesan un proceso de enfermedad grave, postoperatorio o un tratamiento paliativo, fundamentalmente inmigrantes que malviven en los asentamientos de la provincia.

Este proyecto es un recurso vital a nivel provincial ya que, a día de hoy, no existe ningún otro recurso social que acompañe la realidad de aquellas personas sin hogar que tras un deterioro importante de la salud puedan afrontar su recuperación en un espacio que además de cubrir sus necesidades básicas le aporte dignidad y el calor de una familia.

Según Juan Manuel Breva, responsable del área de exclusión de Cáritas Diocesana –entidad que gestiona esta casa–, «en este año tan complicado han pasado por la casa 17 personas enfermas o convalecientes, de las que el 40% ha sido hombres y el 60 % mujeres. La casa ha estado al cien por cien de su capacidad durante todo el 2020, teniendo siempre personas a la espera para poder entrar, con el deterioro en su salud que esto implica. Este año, además del perfil de personas sin hogar, se ha notado un incremento de mujeres que llegan a trabajar a nuestra provincia y que tras una enfermedad grave –procesos oncológicos, problemas renales o cardiovasculares, etc.– se ven incapaces de recuperarse sin el apoyo y las necesidades básicas que le ofrece este proyecto».

Es por esto que urge, aún con más motivo, la necesidad de esta aportación que, si bien no supone el sostenimiento total de este proyecto, el pasado año las hermandades ayudaron a sufragar un 64,54% del presupuesto anual de la casa, con una cantidad de 129.090 euros. El sacerdote Emilio Rodríguez, vicario para la Celebración de la Fe y delegado para las Hermandades, ha expresado que «la respuesta de nuestras hermandades ha sido siempre profundamente generosa y este año, ante el dolor y el sufrimiento que estamos viviendo todos, se nos pide que esa generosidad se redoble. Estoy convencido de que las hermandades seguirán respondiendo a las necesidades de esta «casa de todos», porque es responsabilidad y tarea de todos».

Con esta campaña se pide a las hermandades que ingresen un donativo de 1 euro por hermano con derecho a voto. La generalidad de las hermandades se suman a esta iniciativa (95%), teniendo en cuenta que la mayoría de ellas apoyan, además, otros proyectos caritativos locales, fundamentalmente parroquiales. Esta aportación puede ser contemplada dentro del 15% que, de los ingresos ordinarios de las hermandades, destinan a la caridad según establecen las Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías.

La Casa Santa María de los Milagros no sólo atiende la enfermedad de estas personas sino que apuesta por intentar volver a unir los lazos rotos que estas, en situación de sinhogarismo, tienen con sus familias de origen. El proyecto, además de la recuperación médica, busca la necesaria recuperación social que permita, en definitiva, su futura autonomía personal. De este modo 5 personas, después de muchos años sin mantener contacto estable con su familia, han vuelto a tenerlo en este 2020.

Por otro lado, la pandemia ha dificultado mucho, por la propia salud de las personas acogidas, la posibilidad de hacer visitas a la casa e incluso el voluntariado se ha visto resentido en este sentido, por lo que desde Cáritas Diocesana solicitan a los hermanos, además, la posibilidad de vincularse a este proyecto desde el voluntariado. Según expresa Juan Manuel Breva, «esperamos ansiosos la oportunidad de volver a abrir la casa a la hermandades para que puedan tener una visión directa de lo que implica el proyecto y las relaciones tan fraternas que en él se viven a diario».

 

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