La Dirección General de Tráfico (DGT) ha activado una nueva campaña especial de control del consumo de alcohol y drogas, una iniciativa en la que se trata de concienciar sobre el riesgo que suponen el alcohol y las drogas al volante en estas fechas en las que, como viene siendo habitual, el consumo de alcohol aumenta por los eventos festivos. Esta campaña se enmarca dentro de la programación de actuaciones de vigilancia y control de la Dirección General de Tráfico para el año 2019 y se mantendrá activa hasta el próximo domingo 9 de junio.

Según los datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial, alrededor del 25% de las muertes en carretera están relacionadas con el alcohol, mientras que sólo el 1% de los kilómetros son recorridos por personas con 0,5% gr/l de alcohol en sangre o más.

En la campaña de 4 a 10 de junio de 2018 la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizó 3.898 controles de los cuales 30 resultaron positivos en alcohol y 24 dieron positivo en drogas. En el mismo lapso, en la provincia onubense se realizaron 3.826 pruebas, con 30 positivos en alcohol; en drogas, de 72 pruebas realizadas, 24 fueron positivos. El 4,1% de las denuncias por infracciones de tráfico en la misma campaña de 2018 tenían detrás estos dos componentes.

El alcohol multiplica de 2 a 15 veces, dependiendo de la tasa, la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico. Desde tasas de alcohol relativamente bajas de 0,2 a 0.3 gr/l ya se identifican efectos adversos para la conducción. La única tasa segura es la tasa 0. Además, el alcohol no sólo incremente la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico sino que también incrementa la gravedad de las lesiones este.Los efectos son también para los peatones. Según las memorias anuales del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses, entre el 30% y el 40% de los peatones fallecidos en accidente de circulación dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos.

Conducir después de haber consumido sustancias no es un hecho infrecuente en España, siendo el cannabis, la cocaína, anfetamina y metanfetamina las sustancias más frecuentemente consumidas en accidentes de circulación. Los estudios demuestran que conducir después de haber consumido drogas multiplica de 2 a 8 veces las posibilidades de sufrir un accidente de circulación.

En el año 2018 la ATGC realizó  119.034 pruebas de alcohol, de los cuales  1391( 1,17%) fueron positivos. Esto implica que el número de controles se ha incrementado un 4% respecto del año anterior, descendiendo el número de positivos que en 2017 fue de 1,3%. El número de controles de droga fue de 2627, resultando positivo el 42,7%.

Efectos del alcohol en la conducción

El alcohol produce efectos graves como el aumento de tiempo de reacción, subestimación de la velocidad, problemas de coordinación, peor percepción de distancia, problemas de visión, graves problemas de percepción, grandes problemas de atención y coordinación, incremento de la somnolencia y, graves problemas de percepción, de atención, control y coordinación.

Máxima colaboración de policías locales

Como viene siendo habitual en las campañas que lleva a cabo la DGT, la colaboración de las policías locales y autonómicas fue muy importante, ya que los controles de alcohol y drogas se realizaron tanto en vías interurbanas como en urbanas y, no sólo por la noche, sino también durante el día. En 2018 participaron en la campaña 329 Ayuntamientos, obteniendo los resultados globales de 45.231 pruebas realizadas de alcohol y 1.173 de drogas.

Intensificación de los controles

Esta semana los agentes de la agrupación de tráfico y de los municipios que se sumen a la campaña, intensificarán los controles sobre este factor de riesgo causante de un tercio de los accidentes mortales. Se realizarán controles en todo tipo de carreteras y en vías urbanas a cualquier hora del día, poniendo especial énfasis en los poli-consumidores y en aquellos conductores que se ponen al volante y, que habitualmente consumen alcohol y drogas.

Objetivo la concienciación

A través de esta campaña se quiere alertar del riesgo que supone no sólo el alcohol, sino también las drogas al volante y que algunas drogas como el cannabis, la cocaína, las anfetaminas y los opiáceos, pueden tener consecuencias mortales cuando se conduce.

La directora provincial de Tráfico, Cristina Gago, quiere exponer nuevamente los dramáticos efectos del alcohol en la conducción, y que si se eliminara el consumo de drogas y alcohol por los conductores se podrían salvar 1.000 vidas cada año.