Mientras que los mayores de 90 años de la capital y las áreas sanitarias del Condado y la Costa recibieron ayer su primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 y los del área sanitaria norte lo harán la próxima semana, los grandes dependientes deberán esperar en principio hasta que quede fijado el protocolo de vacunación a domicilio que fije Pzifer, proveedor de la vacuna que está previsto que se utilice con este colectivo en esta fase. Así lo señalaron ayer fuentes sanitarias a este diario. Se trata de un colectivo vulnerable y cuya movilidad es restringida, lo que obliga a los sanitarios a acudir a inyectar las dosis de forma individualizada.

Salud se enfrenta en estos momentos al encaje de las colectivos en función del tipo de inyectables que recibe. Así mientras que las vacunas de AstraZeneca no son de momento utilizables con mayores de 55 años, las de Pzifer requieren de un proceso de conservación que dificulta su traslado y distribución individualizada.

Las vacunaciones masivas realizadas ayer en diferentes puntos provinciales demostraron la capacidad del sistema sanitario para responder a la exigencia. El incremento en el ritmo de la vacunación dependerá fundamentalmente de la llegada de las dosis suficientes para atender a la demanda. Así, como recalcan desde Salud, “en función de las vacunas que lleguen se plantearán los siguientes colectivos que entren” en el proceso. De ahí que todo el proceso sea flexible y esté en estos momentos vinculado al suministro y las características de los inyectables que reciba el sistema sanitario.