Los test de antígenos y las mascarillas, armas que usan los onubenses para combatir la pandemia de coronavirus desde 2020, comienzan a desaparecer de sus vidas.

La compra de los primeros se reduce a casos muy puntuales, aquellos en los que existe la duda por tener una sintomatología compatible con la Covid-19 tras un contacto estrecho con un positivo, por lo que se pierde ese gesto habitual en las pasadas navidades consistente en realizar acopio de antígenos en las casas. Por su parte, la venta de las mascarillas también ha caído pese a que tienen una mayor presencia en los hogares, dado que es un elemento indispensable en el transporte público, en farmacias y en los centros sanitarios y sociosanitarios.

El citado descenso en las ventas lo atestiguan a esta redacción desde la distribuidora farmacéutica Bidafarma, desde donde afirman que las ventas de ambos productos han caído un 80% desde la pasada Navidad, momento de la pandemia en el que se vivió el mayor pico de contagios.

Tal fue el impacto del virus en aquellas fechas que no pocas farmacias de la provincia de Huelva alertaron de que no tenían stock del producto estrella de las navidades. El repunte de la Covid-19 y las reuniones familiares de amigos explicaban que la demanda se disparase. Sí que había abastecimientos de mascarillas, un complemento obligatorio para prevenir las infecciones como consecuencia del virus.

A este respecto, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos apuntaban desde el pasado mayo que "la mayor parte de los usuarios de las farmacias piden test cuando tienen síntomas, no tanto por prevención". En este sentido, consideran que los onubenses "han cambiado el chip a raíz de la eliminación de la mascarilla" y ya no demandan antígenos "como medida de prevención de cara a encuentros familiares" o a festejos multitudinarios.

Aun así, desde Bidafarma sostienen que la demanda es "aún latente", al tiempo que añaden que, sobre todo, las mascarillas "siguen siendo muy utilizadas", tanto en los espacios donde es obligatoria como en aquellos casos donde las personas guardan respeto al virus al contabilizarse todavía defunciones asociadas a la Covid-19.

Tanto es así, que septiembre sumó ayer la tercera muerte por coronavirus del mes. A las dos que ya había contabilizado la Consejería de Salud y Consumo, se suma una tercera en las últimas horas. Aun así, este mes se sitúa muy lejos de agosto, que llegó a sumar 16 defunciones, según se desprenden de los partes que emite la Junta de Andalucía.

Por su parte, la presión hospitalaria se mantiene en niveles muy similares en los últimos días. Una docena de pacientes permanecen ingresados en los hospitales onubenses, sin que ninguno ocupe unidad de cuidados intensivos. Son cinco hospitalizados menos que a comienzos de septiembre.