renovación | los hermanos mayores están convocados el próximo martes

El Consejo presenta unos estatutos sin oír lo que opina el Resucitado

  • Tras el rechazo del pleno queda la opción para su incorporación de un decreto del obispo

  • La otra posibilidad para su ingreso es una petición directa del prelado a los hermanos mayores

Al Resucitado solo se le permitiría procesionar por las calles de su feligresía, cuando la cofradía quiere llegar al centro, como todas.

Al Resucitado solo se le permitiría procesionar por las calles de su feligresía, cuando la cofradía quiere llegar al centro, como todas. / alberto domínguez

El Consejo de Hermandades celebra su particular decena, supera quinarios y novenas, pero esta no es como la que ahora se le dedica a San Juan en su pueblo portuario. En aquella hay cánticos tradicionales, aquí en el pleno lo que se escuchan son lamentos, pues son ya diez años los que se llevan con la renovación de los estatutos del Consejo de Hermandades. Esto tiene a vuela pluma dos conclusiones, que no interesan y que no tienen mucha utilidad, pues todo sigue funcionando bien con los actuales; y, de otra parte, que se quieren eternizar para ver si las cuestiones importantes a debatir se aprueban por aburrimiento de los hermanos mayores o en el desinterés de estos por agotamiento.

Todo volvió a quedar aplazado el 9 de mayo de 2016 por el pleno, dos años después todavía se está en el mismo estadio cuando se debió abordar su votación definitiva en el mes de octubre.

Tres son las cuestiones claves, ingreso del Resucitado, eximir al Nazareno de la Carrera Oficial y la que ahora se introduce de la posibilidad para hacer vitalicia la presencia de un presidente del Consejo. Las tres de una manera u otra ya fueron rechazadas, las dos primeras en sesión plenaria y la última es lo que vaticinan los sondeos de la propia junta de gobierno, según respuestas obtenidas a las alegaciones.

En la cuestión del Resucitado, los hermanos mayores en el pleno le dijeron no en el Consejo de las Hermandades de la Semana Santa de Huelva. La cuestión fue especialmente sorprendente, pues se rechazaba la presencia del Resucitado, que es lo que da sentido a la celebración, sin la pascua no hay nada, pues la Iglesia proclama una fe de vivos y no de muertos. Los vigentes estatutos dejan claro que el Consejo es de las hermandades de la Semana Santa y esta va de Domingo de Ramos al de Resurrección, así que no hay posibilidad de rechazo. El error es que desde la Delegación de Hermandades no se promoviera directamente su ingreso porque le asiste en derecho; así que fracasada esta votación solo le queda al obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, ordenarlo por decreto. Pues se sabe que está convencido de que es un error que hay que solucionar cuanto antes, pues dice muy poco del sentido eclesial de la celebración que se ha tenido en la votación de rechazo.

Hay hermandades que dando su apoyo al Resucitado dicen que de aceptar su ingreso no se pueden aprobar unos estatutos donde no se escuche a la hermandad. Por lo que si llega a su inclusión, la renovación debería paralizarse y darle cauce participativo, que no han tenido. Desde la Hermandad del Resucitado se ha criticado que no tiene mucho sentido que lleguen con unas directrices marcadas previamente sin haber tenido oportunidad de opinar.

Al Nazareno se le ha insistido desde el Consejo y por el propio obispo que es obligatorio para todos lo que pone en los estatutos. Sin embargo, dilatado este proceso y en vista de los continuos rechazos a eximir a la cofradía de hacer la Carrera Oficial se ha esforzado todo y se consiguió para esta y la anterior Semana Santa ser dispensada por la Delegación de Hermandades por argumentos de inseguridad esgrimidos por su junta de gobierno. Con anterioridad también el Consejo le permitió un año no hacer la Carrera Oficial.

La cuestión propuesta en el articulado es que cuando se encuentre sola una hermandad en una jornada, esta puede no hacer la Carrera Oficial. Es un punto que desde el primer momento encontró el rechazo del pleno, pues no pone a todas por igual, se olvida el principio de facilitar que la gente pueda ver las procesiones por un recorrido común a todas, que es el origen de la Carrera Oficial. Hubo un hermano mayor que incluso llegó a decir que si es así, a su cofradía también le deberían dejar llegar a las Hermanas de la Cruz, donde hace estación de penitencia, y volver a su templo. Se plantea también si valdría este artículo para aquellas cofradías que se quedan solas un día por la lluvia. Muchos interrogantes. Así, el articulado se refiere ahora exclusivamente a la Madrugada y al Nazareno. Es un desgaste innecesario pues se piensa que de aquí a pocos años puede haber otra cofradía en esa jornada. Mientras, se argumenta que los estatutos deben legislar lo común y no las particularidades, que deben ir a un reglamento de régimen interno.

En cuanto a la posibilidad de hacer vitalicia la presidencia del Consejo, no sigue el espíritu que marcan el estatuto marco, que pretende que la obligatoriedad de solo dos mandatos da frescura al organismo promocionando el intercambio de personas en la gestión de gobierno.

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