Huelva

Condenado por amenazar a su pareja tras dejarle por celoso y posesivo

  • El juzgado le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante dos años

Interior de la Audiencia Provincial de Huelva.

Interior de la Audiencia Provincial de Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

El Juzgado de lo Penal 3 de Huelva ha condenado a un hombre a 8 meses de prisión por insultar y amenazar, incluso de muerte, a la que fuera su pareja durante sólo mes y medio después de que ella decidiera dejarlo al constatar su carácter posesivo y celoso. La sentencia lo considera autor de un delito de amenazas sobre la mujer, por el que además de la pena de prisión le impone la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante tres años y le prohíbe acercarse a menos de 200 metros y comunicarse con ella durante dos años.

Se considera probado que el acusado inició una relación de afectividad con una mujer, si bien ésta al mes y medio de haber comenzado optó por poner fin a la misma tras enterarse de que el acusado había comenzado a coaccionar a personas de su red social Facebook para que no se relacionaran con ella debido a su carácter posesivo y celoso.

Él, que le había manifestado que estaba enamorado de ella, no aceptó el fin de la relación y comenzó a molestarla cuando estaba con amigos y a enviarle mensajes de manera constante, evidenciando por un lado su afán de que volviera y por otro su posesividad y rasgos celotípicos. Cansada la perjudicada de la situación, pidió a un amigo que la acompañara al domicilio del acusado con intención de poner fin a tan molesta situación.

Una vez allí, le pidió al acusado hablar con él y éste, desde el balcón de su casa que apenas está a un metro del suelo, comenzó a decirle, con claro ánimo de amedrentarla, que pagaría cincuenta euros para que un "enganchado la matara, para que entrara en su casa", así como que se iba a poner en contacto con el padre de sus hijas para lograr que le quitaran la custodia de las menores.

Por último, terminó pasándose un dedo por el cuello con un gesto de degüello dirigido a la mujer, quien nerviosa y asustada decidió acudir a la Guardia Civil para poner una denuncia.

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