En los oídos están aún frescos los sonidos de la última romería de Pentecostés y muchos rocieros de la capital no se quisieron perder el emocionante acontecimiento del traslado de la Blanca Paloma a Almonte, el pasado mes de agosto. Con todas esas sensaciones aún vivas, el mundo rociero de la capital, en concreto el que se identifica con la Hermandad de Huelva empezaba este domingo su curso rociero, con la ilusión y la alegría características.
Manteniendo firme una tradición que dio comienzo en 2009, los rocieros de la más que centenaria filial quisieron empezar el nuevo curso, haciendo una visita al Conquero donde otra advocación mariana levanta el fervor de estos onubense:la Virgen de la Cinta a la que le han puesto este nuevo curso en sus manos.El bello enclave del santuario cintero y alrededores se llenaron de sones de flauta y tamboril como señal inequívoca del alma rociera que se ponía en esta jornada, a los pies de la Virgen Chiquita.
La de este domingo, ha sido la undécima ocasión en la que Huelva hace esta visita a La Cinta. Sin embargo, la primera parada tuvo como objetivo del convento de las Madres Oblatas que abrieron su capilla de par en par, para acoger al numeroso grupo de rocieros que no quisieron perderse este encuentro con las religiosas. Visiblemente emocionadas, siguieron con suma atención todas las interpretaciones que realizó el grupo de tamborileros mientras que el Santísimo presidía la mesa de la consagración y el Simpecado de la filial rociera ejercía de testigo de este encuentro que ya está marcado en el calendario de las religiosas.
Una vez concluida la visita al convento, Huelva se desplazó hasta el Santuario de la Cinta. Para ello, dispuso una comitiva en la que se ubicaban las diferentes insignias de la hermandad cerrándola el Simpecado. Dentro del cortejo varias parejas de niños portaban cestas con los donativos que la Hermandad de Huelva entregaría con destino a la obra social de la Hermandad de la Cinta, un ejemplo más de confraternidad cristiana.
En el patio del santuario esperaban al presidente y hermana mayor, Antonio Sánchez de Piña y Desirée Márquez, respectivamente, el hermano mayor de la hermandad de la Patrona, Bienvenido González.La comitiva se introdujo en el templo que estaba completamente lleno de fieles, para asistir a la celebración eucarística que fue oficiada por el director espiritual de la filial, José Antonio Omist auxiliado por el de la hermandad de la Cinta, Andrés Vázquez. El Simpecado fue situado en el lateral izquierdo del presbiterio. La celebración eucarística contó con la participación del Coro de la Hermandad de Huelva.
En su homilía, Omist hizo un llamamiento para que “nuestro corazón se abra para todo lo que el Señor nos quiera mostrar en este año”. Asimismo, hizo una llamada para que la fe inunde nuestro ser ya que ésta es la manera por la que nuestra vida tiene sentido y se puede esperar que Dios obre en nuestras circunstancias. Omist incluso señaló que las tradiciones o la devoción deben estar impregnadas de fe. Tras la celebración en el Conquero, Huelva celebró una jornada de confraternidad.
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