La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a una mujer, que trabajaba como agente inmobiliaria, a una pena de 15 meses de cárcel por estafar a un cliente 1.000 euros que este entregó como señal de una transacción de compra-venta de una vivienda simulada que realizó sin autorización de sus propietarios.

La sentencia considera a esta persona responsable de un delito de estafa previsto, concurriendo en este caso la atenuante de confesión; además de la pena de cárcel le impone una multa de 1.700 euros. En concepto de responsabilidad civil, indemnizará al perjudicado en 1.000 euros, correspondiente a la cantidad estafada.

Se considera probado que la acusada trabajaba como agente inmobiliario, interviniendo como intermediaria en operaciones de compraventa de inmuebles. Con ánimo de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito, la acusada colgó un anuncio en una página web de compra-venta relativo a la venta de la vivienda propiedad de varios hermanos.

Mediante dicho anuncio contactó con la acusada una persona interesada en el mismo y concertaron la visita de la vivienda, llegando la acusada a simular la venta del inmueble a favor del interesado por un importe de 32.000 euros y recibiendo de éste la cantidad de 1.000 euros en concepto de reserva.

La acusada formalizó un documento de reserva de compraventa, a pesar de que no había estipulado con la propiedad un precio de venta del inmueble y ser el indicado de 32.000 euros inferior al que pedían los propietarios y apropiándose de los 1.000 euros entregados por el interesado sin gestionar la venta ni haber devuelto posteriormente este dinero.