Un equipo de cinco personas de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) viajó el pasado jueves hasta Guatemala con la misión de trasladar una potabilizadora para suministrar agua a la población afectada por la erupción del volcán Fuego y sumar su ayuda al equipo BUSF Guatemala que trabaja desde el primer momento del suceso. "Sabemos que en este tipo de emergencias los acuíferos se van a ver contaminados por todo el depósito de la ceniza volcánica que está cayendo", explicó el presidente de BUSF, Antonio Nogales, que añadió que el equipo desplazado tiene el objetivo de identificar zonas donde ubicar esta planta y ponerla en funcionamiento, además de realizar "la evaluación de daños y análisis de necesidades a nivel sanitario", puesto que desde el próximo lunes se van a poner en marcha relevos y envíos de más personal y ayuda humanitaria. Del equipo que ya está allí, hay una persona que se desplazó desde Huelva, que es el responsable del contingente y que además es especialista en potabilización de agua.

La Diputación Provincial, a través del área de Cooperación Internacional, destinó una partida de 9.000 euros para sumar ayuda en las tareas humanitarias de BUSF, según informó ayer la vicepresidenta de la institución provincial, María Eugenia Limón. Por su parte, Antonio Nogales puso en valor la colaboración de la Diputación Provincial ya que "siempre responden ante cualquier llamamiento".

Una ayuda que se antoja imprescindible debido a que, según señaló Nogales, esta emergencia "va a tener muchísimo más alcance del que estamos viendo". Y es que según parece el volcán "está entrando nuevamente en actividad y hay otro volcán muy cercano que también presenta actividad". Por si fuera poco, las labores de rescate y evacuación se pueden complicar debido a la lluvia. "Entraba una borrasca por el Pacífico y se juntaba con otra que venía del Atlántico", algo que produciría grandes riadas de lodo y ceniza volcánica que "produce, a veces, muchas más desgracias que la propia erupción volcánica", aseguró Nogales. El presidente de Bomberos Unidos remarcó que las condiciones de trabajo "están siendo muy duras", agravadas también por la circunstancia de que los grados de la lava "han elevado varios grados centígrados la temperatura ambiente".